Hace solo unos días que la mítica compañía de Crewe daba a conocer sus cuentas de resultados de la pasada temporada. Y como era de esperar, Bentley se ha embolsado un auténtico pastizal tras conseguir matricular por todo el mundo nada menos que 13.560 vehículos. Aunque en esta cuenta de resultados tan saneada hay un factor primordial que va más allá del mero detalle de haber vendido ese número de vehículos, que curiosamente son menos que los matriculados en 2022.
Dicho factor primordial lleva precisamente el nombre de la división de personalización Mulliner, la cual es responsable de haber firmado un buen número de ejemplares salidos de las instalaciones de Crewe. Y es que son legión el número de clientes que buscan que su Bentley se diferencie de cualquier otro de su especie añadiendo un toque personal y firmado por Mulliner.
Bentley ofrece 46 mil millones de configuraciones antes de llegar a Mulliner

Tal ha sido el incremento de los vehículos personalizados por Mulliner, que esta división necesitó prácticamente siete años para personalizar 1.000 coches, cosa que se consiguió entre 2014 y 2021. Sin embargo, sólo en el año 2022, por las instalaciones que Mulliner tiene en Crewe pasaron más de 500 Bentley para ser debidamente personalizados, mientras que la casa británica ha confirmado que en 2023 pasaron por allí un 43% más que en 2022.
Todo ello hace que aún vendiendo menos coches que en 2022, las cifras de resultados en 2023 fueran mucho más rentables. Y es que Mulliner ha dado con la tecla de todos aquellos clientes que buscan un extra en su Bentley, para el que la casa británica ofrece la friolera de 46 mil millones de configuraciones diferentes antes de entrar en el ‘universo Mulliner’.
Una media de 39.000 euros en opciones se deja cada cliente

«Los clientes lo exigieron, hemos racionalizado la producción y está experimentando un crecimiento exponencial», dijo a los periodistas el director ejecutivo de Bentley, Adrian Hallmark, quien recientemente acaba de tomar las riendas de otra emblemática firma automovilística británica: Aston Martin.
«Con sólo unos pocos miles de automóviles más de los que solíamos vender en la década de los años 2000, ahora estamos obteniendo de tres a cuatro veces más ganancias por año», afirmó Hallmark. También señaló que el año pasado, más del 70% de los Bentley comprados estaban equipados con algún detalle firmado por la división Mulliner, y eso se suma al promedio de 39.000 euros en opciones que la compañía vende por automóvil. Prácticamente el cliente de un Bentley gasta en extras lo que cuesta en España un Cupra Formentor e-HYBRID a estrenar (37.570 euros cuesta ahora uno con acabado Tech Edition).
Bentley retrasa la llegada de su eléctrico y amplía la gama PHEV

Sin embargo la compañía británica no tiene precisamente un camino de rosas por delante a pesar de las brillantes cifras que han conseguido en 2023. Lo primero de ello es afrontar la salida de su director ejecutivo, Adrian Hallmark, mientras que por otro lado también tienen que asumir el que su prometedor vehículo eléctrico se va a retrasar prácticamente un año respecto a la fecha anunciada originalmente.
Para hacer frente a ese retraso en la aparición de su primer vehículo eléctrico, los chicos de Bentley han prometido una gama de vehículos con mecánica híbrida enchufable más extensa. Y es que estas mecánicas con etiqueta ‘0 emisiones’ las veremos llegar también a los sensacionales Continental GT que se van a actualizar a finales de año junto con el conocido Flying Spur, que ya contempla una alternativa híbrida enchufable, aunque con un motor V6 como el utilizado en el Bentayga.
Y es que con el objetivo de intentar sustituir al irreemplazable 6.0 W12 Biturbo, los de Crewe van a utilizar versiones híbridas enchufables más poderosas que la actual, básicamente porque van a contar con un V8 Biturbo como unidad principal, a la que se sumará un motor eléctrico para coquetear con la barrera de los 700 CV de potencia.




