Un coche viejo puede durar muchos años si se le mima y se le da un correcto mantenimiento. Hace poco publicábamos un artículo donde repasábamos los coches más duraderos de la historia. Vehículos que con más de 300.000 kilómetros de vida a sus espaldas circulan habitualmente por nuestras carreteras sin que los años pesen en ellos. ¡Ya quisieran muchos coches nuevos llegar tener una vida tan larga!
Pero para que tu fiel amigo aguante, tendrás que prestar mucha atención a sus necesidades. Cuidar la mecánica de tu vehículo te ayudará a prolongar su vida útil, y también a ahorrarte dinero en averías evitables. Hay cuatro puntos clave a los que debes prestar atención para seguir alargando la vida de tu vehículo.
Mucho cuidado con la correa de la distribución
Este componente del vehículo requiere una especial atención. Una rotura de correa puede provocar que se dañen todos los componentes del motor, una de las averías más caras de reparar. La correa de distribución se suele cambiar entre los 60.000 y 160.000 km, aunque este margen puede variar en función del uso que hagas del vehículo. En general se recomienda cambiarla cada 5 años, aunque si no has hecho un gran uso del coche puedes intentar alargarlo. Pero nunca sobrepases los diez años con la misma correa.
Lo más seguro es que consultes el libro de mantenimiento de vehículo para saber cuándo ha llegado la hora de cambiarla. Piensa que es una de las partes más importantes del coche, es la encargada de sincronizar el movimiento del motor, por lo que si esta falla, el motor falla. Tendrás que cambiarla de manera preventiva aunque no es un cambio especialmente barato. Asegúrate de que en el taller te renuevan todas las correas y poleas que hay en esa zona, para evitarte problemas innecesarios.
