comscore

Conducir con lluvia, viento, nieve o niebla: los errores que cometemos al volante

El otoño y el invierno son las épocas del año que más problemas dan a los conductores, debido a que la climatología adversa suele complicar mucho las cosas cuando vamos al volante. Lluvia, viento, nieve y niebla son fenómenos meteorológicos frecuentes en estos meses, que aumentan la peligrosidad al conducir y, en consecuencia, la posibilidad de sufrir un accidente.

A esto se une que los conductores, con demasiada frecuencia, no tenemos en cuenta que la conducción en esta época del año exige, más que nunca, tener el coche a punto, informarse del estado de las carreteras antes de iniciar el viaje o llevar el móvil con batería suficiente o un cable para cargar por si surge algún problema y tenemos que realizar una llamada de emergencia.

Estos son los errores que más a menudo cometemos los conductores a la hora de viajar en esta época del año.

conducir con nieve Motor16

3
No revisar las escobillas del coche y el climatizador

dgt

Los expertos recomiendan cambiar los limpiaparabrisas del coche al menos cada año, ya que una exposición prolongada al sol, a las altas temperaturas, la no utilización y la sequedad del ambiente degradan y deforman la lámina de caucho. Cuando llega la época de lluvias, nos puede sorprender una tromba de agua en cualquier momento y no querremos que, al accionar los limpiaprabrisas, estos no hagan un correcto barrido y, por lo tanto, no haya suficiente visibilidad al conducir. Por eso, es importante comprobar de vez en cuando su estado y su correcto funcionamiento.

Además, en esta época del año, es necesario revisar que el climatizador del vehículo y el sistema antiempañamiento de los cristales, tanto el delantero como el trasero, funcionan correctamente. Los cristales se empañan cuando están fríos y por la diferencia de temperatura respecto al interior del vehículo, restando visibilidad al conducir. Por otro lado, es importante que el climatizador funcione correctamente en caso de viajar a una zona donde las temperaturas sean muy bajas, ya que puede surgir, por ejemplo, una retención, que nos obligue a pasar mucho tiempo en el coche y a hacer uso de la calefacción.