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Conducimos el Volvo XC60. Gran trabajo

No debe ser fácil tomar la decisión de renovar un modelo de éxito como el Volvo XC60, un coche que se ha convertido en el modelo más vendido de la marca sueca y en el SUV premium de mayor éxito en Europa con más de un millón de unidades vendidas en sus nueve años de vida. Una cifra que tiene mucho mérito si tenemo en cuenta que Volvo se ha tenido que batir con modelos de la talla del Audi Q5, del BMW X3, del Mercedes GLC.

Y eso no es nada, porque si en el principio de su andadura sus tres rivales naturales eran estos, para la segunda generación del XC60, los enemigos se multiplican: Jaguar F-Pace, Porsche Macan, Lexus NX, DS7 Crossback, Infiniti QX50, Alfa StelvioPero en Volvo, que está inmersa en el proceso de renovación más profunda de su gama, cuentan con la confianza en su nueva plataforma modular para dar la batalla a todos.

La plataforma del XC90

En efecto, la plataforma modular SPA es la misma que utiliza la familia 90, el primer paso en este proceso de renovación de la gama y que se ha convertido en un gran éxito con las variantes XC90, S90 y V90. Y esa misma base es sobre la que se desarrolla el XC60. Y como la cosa funciona; pues 'experimentos, con gaseosa'. Podríamos decir que para el XC60 han tomado las líneas maestras del XC90 y las han reducido en proporción hasta crear un modelo de dimensiones más contenidas que el XC90 pero la misma imagen personal y poderosa que este.

La plataforma modular es la base de este cambio, pues gracias al uso de aluminio y aceros especiales reduce el peso de forma considerable. Y eso se nota claramente en la agilidad en carretera; unido, por supuesto a las menores dimensiones del XC60 respecto al XC90. Y suma argumentos para esa agilidad y rendimiento otro de los pilares de la transformación de Volvo: los motores Drive de 4 cilindros. Propulsores que mezclan perfectamente rendimiento con eficiencia, con el T8 híbrido enchufable con 407 caballos y 45 kilómetro de autonomia en eléctrico como gran paradigma de esa relación prestaciones-eficiencia.

Más elementos que Volvo pone sobre la mesa, como la tracción total (de momento todos los XC60 contarán con ellla, el cambio automático de 8 velocidades, también única opción en los primeros modelos redondean a nivel mecánico un conjunto con muchos atractivos.

Si a esto unimos el exquisito trabajo en calidad de acabados y materiales, el diseño interior racional y exclusivo, la comodidad y el confort con los pasajeros en el punto de mira, el equipamiento, donde la seguridad y la tecnología son puntas de lanza, el coctel da como resultado un modelo que sin duda tiene armas suficientes para seguir defendiendo ese trono de SUV premium más vendido, aunque la competencia siga creciendo.

En la presentación nacional del XC60, cuyas primeras unidades se comenzarán a entregar en las próximas semanas, hemos podido recorrer carreteras asturianas con dos variantes: el D5 diésel de 235 CV y el T6 de gasolina y 320 caballos.

Rendimiento, eficiencia y suavidad

El primero de ellos es un excelente rodador, con un motor que empuja desde abajo y con el que se puede circular muy alegre. No tiene el toque deportivo que encontraremos más adelante en el T6, pero en las autopistas y carreteras de buen asfalto por las que se desarrolla nuestro recorrido el confort y el comportamiento son magnífico. Pisa muy bien y entra en las curvas con absoluta nobleza, generando menos inercias que el XC90 -ayudan a ello sus dimensiones más contenidas y su menor peso-. El cambio es muy rápido en su respuesta y muy suave en sus transiciones. Y la dirección, con un volante de menor diámetro que lo habitual en Volvo, es muy precisa y con la dureza justa. La sonoridad interior está muy bien trabajada y no se cuela en el interior un ruido excesivo por parte del motor.

El siguiente paso es el T6, con 320 caballos de potencia, el cambio de 8 velocidades y un carácter mucho más acusado. Un punto deportivo que engancha en un motor con mucho brío y al que se le saca mucho jugo gracias a que nuestra unidad de pruebas disponía de levas en el volante. Rápido, preciso, cómodo, seguro -la tracción total y la suspensión neumática de nuestro acabado R-Design combinan perfectamente- invita a conducir rápido. Veremos entonces que cuenta con un aplomo excelente y que gracias a sus tres modos de conducción podremos elegir cómo queremos ir. Y ahí, para los más dinámicos, no hay duda; mover el boton situado tras la palanca de cambios a la posición Dynamic y a partir de ahí, cambia el sonido del motor, se acorta el régimen de marcha, se endurece ligeramente la dirección, baja la altura de la suspensión y a XC60 le sale la vena deportiva… Y a partir de ahi, toca disfrutar.

En primavera, versión D3 por 39.950 euros

El XC60 ya está a la venta, por el momento únicamente con versiones de tracción total y cambio automático y precios que parten de 51.190 euros. Pero la cosa no acabará aquí, y en los próximos meses la gama se ampliará con versiones de tracción delantera para el T5 de 254 caballos o el cambio manual de 6 velocidades en el D4 con tracción total. Y en primavera, el acceso a la gama del Volvo XC60 quedará en manos de la nueva versión D3, con cambio manual y tracción delantera que tendrá un precio de partida de 39.950 euros.