El mercado de los modelos con tracción total en España aumenta de forma lenta pero segura y en 2016 los 4×4 acapararon un 13 por ciento de las ventas, un dato que tiene mucho que ver con la increíble proliferación de SUV y Todocaminos en casi todos los segmentos.
La tracción total combinada con unos buenos neumáticos de invierno se convierte en una solución infalible no solo para transmitir con garantías toda la potencia al suelo, sino también para superar situaciones de baja adherencia o carreteras nevadas entre otras situaciones límite. Y Seat cuenta con una gama de tracción total de las más completas del mercado, con modelos 4×4 en cuatro segmentos diferentes.
La marca española prepara cada año unos test de invierno para poner a prueba en condiciones límite sus modelos de tracción total. Y en esta ocasión ha sido la localidad de Innsbruck, en el Tirol austriaco, la que nos ha recibido con casi metro y medio de nieve recién caída, lo que ha permitido comprobar a fondo y al limite las ventajas de algunos de los 4×4 españoles, modelos como el Seat Ateca, el León Cupra o el León X-Perience.
4Drive, puede con todo
Para Seat, su sistema 4Drive aporta capacidad de tracción, comportamiento impecable en curvas, mayor capacidad de remolque, mejor y más inmediata respuesta al acelerador, y una agilidad que no se puede comparar con un modelo de tracción a un solo eje. Y así lo comprobamos sobre una de las nevadas más impresionantes de las que hemos sido testigos en nuestra ya larga trayectoria profesional. La jornada de pruebas comienza con los Ateca de tracción total y sobre un camino ascendente y con un metro de nieve pisada donde ponemos a prueba la capacidad de tracción y la eficacia del control de descenso. En este caso el Ateca, que está siendo todo un éxito en el mercado español, lleva neumáticos de contacto y avanza imperturbable como si llevara crampones en las ruedas y a pesar de la importante inclinación de una parte del recorrido. Hemos situado el mando giratorio que selecciona los modos de conducción en el modo nieve y hielo y el sistema 4Drive funciona mucho mejor de lo esperado en estas condiciones extremas.
Toca bajar por donde antes hemos subido y seleccionamos el modo «off road» con el control de descenso activado para bajar esta cuesta nevada y deslizante a 10 km/h, ni más ni menos. Toca el turno de comprobar cómo la tracción total y los neumáticos de clavos o de contacto consiguen domar los 300 caballos del León Cupra 4Drive. El circuito permite alguna diablura y conducir, si se es hábil y se siguen a rajatabla los consejos que el piloto y embajador de Seat Jordi Gené ofrece por radio, constantemente de lado enlazando curvas. La presión exacta sobre el pedal de acelerador y la posición adecuada del giro del volante permiten dominar a la máquina de forma fácil y ordenada. Pero menuda diferencia notamos entre girar con ruedas de clavos o de contacto. Con los últimos se tiene que ser mucho más fino al volante y más cuidadoso con la presión en el pedal derecho. El Cupra derrapa más y requiere mayor anticipación, pero con los neumáticos de contacto se nota más el trabajo de la tracción total. Y el coche siempre tracciona bien.
Los derrapes terminan y le toca el turno a la ruta con el Seat León X-Perience, un recorrido en el que se alterna el asfalto mojado con restos de nieve, los caminos con nieve pisada e incluso algunas zonas con placas de hielo. El X-Perience lleva ruedas de contacto, y con ellas y con el 4Drive el León más aventurero avanza como si la carretera estuviera seca. Algunos colegas llegan a tener problemas en algunas zonas de nieve muy profunda sin pisar por la baja altura (aunque es 15 mm más alto que un ST) pero también los tienen algunos todoterreno de raza. La nevada ha sido histórica y hay roderas de casi medio metro. En nieve pisada el X-Perience ni se inmuta y demuestra una vez más que el sistema que utiliza Seat y otros muchos modelos del grupo Volkswagen ofrece un rendimiento que merece la pena disfrutar. La tracción total en el Ateca cuesta alrededor de 1.000 euros, tan bien invertidos como los que se emplean en el cambio DSG, Dos de las joyas tecnológicas de la marca.
Asi funciona el sistema 4Drive
La tracción total 4Drive de Seat cuenta con un embrague multidisco Haldex de quinta generación que lleva ya cinco años en el mercado dando alegrías al Grupo Volkswagen y a muchas otras marcas. Recordemos que está generación ganaba en rapidez y ligereza respecto al anterior porque prescindía del acumulador de presión, por lo que pesaba 1,4 kg menos y conseguía un ahorro del 15% en el consumo. Una de las principales ventajas de este sistema es que es conectable automáticamente y no permanente. Por ello, en condiciones normales, un Seat con tecnología 4Drive funciona como cualquier otro coche de tracción delantera, dejando que el árbol de transmisión que envía par motor al eje trasero gire libre para reducir el rozamiento. El eje posterior solo se activa en caso necesario, cuando el sistema detecta que patinan las ruedas delanteras.
En el mismo instante en que los sensores detectan que las ruedas delanteras están patinando, el par se reparte rápidamente y de manera imperceptible hacia las ruedas traseras. La ventaja de este planteamiento es clara, motricidad excelente cuando se necesita sin disparar consumos y emisiones. No obstante, aún es posible optimizar todavía más las ventajas de contar con cuatro ruedas motrices. Por ejemplo, modificando el par motriz que llega a cada eje. Así, el sistema 4Drive permite hasta un reparto igual entre el eje delantero y el trasero (50-50) e incluso puede, de manera puntual, enviar toda la fuerza del motor al eje posterior. Asimismo, el 4Drive contempla variaciones del reparto de par entre las ruedas de un lado y del otro.
Aunque no hay un bloqueo de diferencial mecánico en ningún eje ?a diferencia de algunos todo terrenos extremos que sí tienen, pero que añadiría más peso al conjunto?, los diferenciales convencionales delantero y trasero cuentan con la ayuda electrónica del EDS que hace las veces de ese bloqueo diferencia mecánico inexistente. El resultado es que no se pierde par de forma transversal ya que el EDS bloquea la rueda que desliza respecto al lado contrario. El siguiente paso tiene que ver con la superficie por la que circulamos y con los modos de conducción elegidos. El 4Drive es capaz de analizar en tiempo real las condiciones de adherencia, la carga del vehículo, la velocidad, el ángulo de giro del volante, el estilo de conducción, etcétera, para enviar par motriz rápidamente y de manera progresiva a la rueda o ruedas más adecuadas en cada instante. En definitiva, el sistema 4Drive funciona de forma óptima en combinación con todos los modos de conducción existentes en la gama SEAT (Normal, Sport, Eco, Individual, Snow, Sport, off Road, Cupra, etc…