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Conducimos los nuevos Opel Mokka y Opel Mokka-e

La familia SUV de Opel da la bienvenida a un nuevo integrante. Hablamos de este Opel Mokka, que ahora comienza a venderse en España.

En realidad no tenemos que hablar de un modelo desconocido, porque Mokka se ha labrado un nombre de referencia en el segmento de los SUV compactos desde que viera la luz allá por el año 2012. Cuatro después recibió una completa actualización y adquirió el nombre de Mokka X y entre ambos vendieron más de 1.000.000 de unidades en toda Europa.

Bajo la batuta de PSA

Esta nueva generación solo comparte el nombre con sus antecesores, porque ya ha sido desarrollado bajo el paraguas del Grupo PSA. Y para comenzar te diré que se sustenta sobre la plataforma CMP, la misma que usan Citroën C4 o Peugeot 3008 por ponerte un par de ejemplos.

Pero ahora lo hemos conocido en persona y lo hemos podido conducir. Y diré que en persona llama la atención este SUV de 4,15 metros de longitud y que estrena el nuevo ADN estético de la firma alemana. Eso sí, habrá que ver como se comporta frente a un rival directo como es el Opel Crossland, que mide 4,21 metros de largo y que cierto es, presenta una modularidad interior a años luz de la de este Mokka. Y es que si valoras la funcionalidad debes tener en cuenta que el Crossland tiene una banqueta trasera que se puede deslizar longitudinalmente para que su maletero oscile entre 410 y 520 litros, que llegan a ser hasta 110 más que en un Mokka-e utilizan sus cinco asientos. Ahora bien, en cuanto a imagen exterior no hay color.

Precisamente aquí el nuevo Mokka saca pecho gracias a sus casi infinitas opciones de personalización, un apartado cada vez más demandado por el cliente y más tenido en cuenta por las marcas.

A pesar de su contenido tamaño exterior, su interior es espacioso y desahogado. Deberían haber creado un piso trasero plano, porque incomoda al ocupante central, además de haber dado otra forma a sus puertas posteriores, que caen demasiado en su parte final y pasan excesivamente cerca de las cabezas. Su maletero tiene 350 litros, que se quedan en 310 en los Mokka-e. Si bien, en vivo, ambos tienen un práctico doble fondo y solo se diferencian en la plancha donde estampan en hueco de la rueda de repuesto, que es opcional en los Mokka con motor térmico e imposible de equipar en los eléctricos.

Todos con cuadro digital… pero con botones de climatizador

Su presentación sorprende por la digitalización, porque todos equipan cuadro de instrumentos digital y pantalla central táctil. Dependiendo del acabado estas pueden tener hasta 12 y hasta 10 pulgadas respectivamente. Y para hacer la vida a bordo más sencilla, mantienen por ejemplo los clásicos mandos físicos de la climatización, de forma que no hay que recurrir a la pantalla en todo momento. Ahora bien, aunque sus ajustes son buenos, todos los plásticos utilizados en su habitáculo son duros, y muchos acabados en negro brillante, que además de transmitir reflejos, acumulan suciedad enseguida y se rayan con facilidad.

El puesto de conducción es muy cómodo, con asientos confortables, seña de identidad de Opel.

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Arrancamos con un Mokka 1.2 Turbo 130 CV y equipado con cambio automático de ocho velocidades, la opción más cara en cuanto a mecánicas térmicas. Y es que este SUV ofrece este mismo motor en versión de 100 CV (tiene cambio manual de 6 velocidades como el 130 CV y el diésel) y un interesante y ahorrador diésel de 110 CV, pues homologa un gasto medio de 4,4 l/100 km en ciclo WLTP y es el único Mokka con motor térmico que no paga impuesto de matriculación.

Esta versión es realmente agradable y prestacional para tratarse de un motor con tres cilindros. Culpa la tiene su transmisión automática, que además tiene levas en el volante, porque es realmente rápida y permite extraer el máximo a ese motor. Así, este Mokka presume de acelerar de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos y de alcanzar los 200 km/h. Y su consumo se mantiene a raya, porque firma una media de 5,9 l/100 km. Nosotros medimos 6,1 en un recorrido que mezclaba zonas urbanas y vías rápidas. Y además con un GS Line equipado con neumáticos 215/55 R18, que además eran de invierno.

La llegada de esa plataforma CMP permitió aligerar considerablemente este Mokka (se habla de una reducción de 120 kilos y de un 15% más de rigidez respecto a su antecesor). Y eso se nota al volante de este SUV, que es realmente ágil y que se comporta de maravilla.

Un eléctrico que apetece conducir

También tuvimos la oportunidad de conducir su versión eléctrica, llamada Mokka-e, la cual esconde un motor delantero con 100 kW (136 CV) y unas baterías de 50 kWh de capacidad que se traducen en 324 kilómetros de autonomía en ciclo WLTP.

En cuanto a espacio, calidad, ergonomía y demás a coche parado, pocos cambios hay respecto a cualquier otro Mokka con motor de combustión, por lo que nos ponemos en marcha en modo Normal (hay además programas Sport y ECO que varían la gestión del motor, la potencia y el par máximos…) y con el climatizador en modo automático y a 21 grados (fuera hacía 14 y el vehículo ya estaba en temperatura, algo que se puede hacer desde una App en tu smartphone).

En ese momento indica que tiene un 67% de batería con la que nos da para recorrer 150 kilómetros (si lo pasamos a ECO indicaba 158 kilómetros).

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El recorrido discurre por el centro de Madrid, pero también se recorren kilómetros por M-30 con un máximo de 90 km/h. Tanto que al final obtenemos una velocidad media de 36 km/h, lo que habitualmente se puede sacar en conducción urbana. Fueron 38 kilómetros, y sin realizar una conducción donde solo nos centráramos en el gasto energético, acabamos con un gasto medio de 15,7 kWh/100 km. La batería había bajado al 52% y teníamos para recorrer otros 112 kilómetros.

Lo cierto es que no está nada mal (también tenían neumáticos de invierno en medida 215/55 R18) y con ese gasto podríamos hacer unos 318 kilómetros reales, que aumentarían con algo de más de mimo al acelerador, reduciendo el uso de la climatización o empleando el programa ECO. Pero ten en cuenta que si hubiéramos ganado más velocidad, esa autonomía hubiera bajado rápidamente.

Ahora bien, estas baterías admiten recargas de hasta 100 kW, de forma que en solo 12 minutos acumulan energía para recorrer 100 kilómetros.

Tienes un Mokka-e desde 26.200 euros. Y sin Plan MOVES

La posición de las mismas repercute en su dinámica, porque baja su centro de gravedad y le confiere una dinámica aún más asentada a este Mokka-e, que sorprenderá a más de uno, mientras que llama la atención su facilidad para ganar velocidad. Y es que demanda 9,0 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h y tiene una velocidad máxima limitada a 150 km/h.

Reconozco que cuando conduzco un híbrido enchufable o un eléctrico puro, abuso del modo 'B' que la inmensa mayoría contempla, gracias al cual convierte a su motor eléctrico en un generador aún más potente a la hora de decelerar, de forma que requiere menos acción sobre el pedal del freno y se regenera más energía. Y el selector que usa este Opel Mokka-e (igual le sucede al nuevo Citroën ë-C4) tiene ese modo 'B' en un diminuto botón que es sencillo confundir con el de 'Parking'. Con lo sencillo que hubiera sido con dar un toque a la palanca hacia atrás como sucede en otros.

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Lejos de ese detalle se agradece también su silencio de rodadura o la gran información que nos ofrecen sus pantallas, con gráficos especialmente ideados para esta versión eléctrica que nos mantienen alerta de lo que sucede con su mecánica eléctrica, que sin duda alguna, será una gran alternativa para muchos clientes del nuevo Mokka. Aunque no la más asequible. Y para que lo tengas en cuenta, estos son sus precios en España:

– Opel Mokka 1.2 Turbo 100 CV Edition: 21.000 euros.

– Opel Mokka 1.2 Turbo 100 CV Business Elegance: 24.000 euros.

– Opel Mokka 1.2 Turbo 130 CV GS Line: 24.400 euros.

– Opel Mokka 1.2 Turbo 130 CV Business Elegance: 25.400 euros.

– Opel Mokka 1.2 Turbo 130 CV Ultimate: 29.100 euros.

– Opel Mokka 1.2 Turbo 130 CV EAT8 GS Line: 26.200 euros.

– Opel Mokka 1.2 Turbo 130 CV EAT8 Business Elegance: 27.200 euros.

– Opel Mokka 1.2 Turbo 130 CV EAT8 Ultimate: 30.900 euros.

– Opel Mokka 1.5 D 110 CV Edition: 22.500 euros.

– Opel Mokka 1.5 D 110 CV GS Line: 24.500 euros.

– Opel Mokka 1.5 D 110 CV Business Elegance: 25.500 euros.

– Opel Mokka 1.5 D 110 CV Ultimate: 29.200 euros.

– Opel Mokka-e Edition-e: 35.400 euros.

– Opel Mokka-e GS Line-e: 37.400 euros.

– Opel Mokka-e Business Elegance-e: 38.400 euros.

– Opel Mokka-e Ultimate-e: 42.100 euros.

Hay que tener en cuenta que Opel siempre tiene una campaña comercial que varía cada mes para estos nuevos Mokka, de forma que ahora tienes uno desde 18.800 euros con estos descuentos, lo que supone una rebaja de 2.200 euros. También que sepas que el Mokka-e parte desde unos atractivos 26.200 euros, a los que podrías incluso descontar la ayuda del nuevo Plan MOVES que no debería tardar en anunciarse.