Por 599.950 dólares, 549.476 euros al cambio, puedes comprar casi cualquier superdeportivo actual, incluso puedes comprarte varios, dejando de lado Bugatti, Koenigsegg o Pagani. Y es que este Corvette del 63 restaurado y modificado tiene un precio de salida descomunal que, quizá hasta que no se compara directamente con otros modelos, no se pone en la correcta perspectiva. Si pensamos en que un Ferrari F8 Tributo nuevo vale 238.000 euros, un Lamborghini Aventador SVJ 349.116, el Aston Martin DB11 214.120 (de este casi te puedes comprar tres), un Porsche 911 GT3 RS 224.171, un Audi R8 Performance 222.773 o un Mercedes AMG GT 139.450 euros (de este podríamos comprarnos tres y nos sobrarían aún 130.000 euros), es cuando te das cuenta de lo tremendo de su precio.
Diseño clásico con potencia actual
Sin embargo, por este desembolso tan generoso, tendremos un coche que es único, y que ha sido hecho de arriba debajo de forma individual y no habrá otro como este en la calle. Ha sido creado por The Roadster Ship; en Illinois, y las modificaciones realizadas han sido infinitas, empezando por su motor. Y es que bajo ese precioso capó con forma de aguijón se esconde un V8 LS3 de 6,8 litros que genera 828 caballos y nada menos que 1.094 Nm de par motor. Acoplada a este pedazo de motor hay una caja de cambios automática de cuatro relaciones que ha sido reforzada para poder luchar con semejante potencia y fuerza. También cuenta con unos escapes Borla que harán las delicias de nuestros oídos cuando se arranque el coche.
En cuanto a su diseño exterior, este se presenta muy limpio y elegante, con una pintura azul en estado de revista y unas llantas negras Forgeline. Uno de los elementos más destacables son sus cristales. Tanto la luna delantera como las dos lunas trasera o luneta partida, se colocan en el coche con la ausencia de marcos, lo que da un aspecto realmente refinado y de mucha mayor modernidad y calidad al coche. Las modificaciones se completan con una parrilla personalizada, luces traseras LED y unos elegantes y únicos parachoques delantero y trasero.
El interior de un coche de competición
Pero las modificaciones no terminan aquí, si abrimos la puerta y nos sentamos en su interior, los cambios siguen aquí, empezando por los asientos. Estos están tapizados en cuero y cuentan con arneses de competición en lugar de los clásicos cinturones de serie. Delante del conductor, el volante de competición Momo con levas o su palanca de cambios personalizada le dan el toque de 'coche de carreras' que se espera de un modelo con semejante potencia y presencia.
Ahora solo queda esperar a que se venda y si se termina pagando lo que se pide por él, aunque hay que tener en cuenta que el coche tan solo tiene 85 km desde que se restauró, por lo que está nuevo.