En 1991, Romano Artioli, ex-ingeniero de Ferrari y un completo equipo de ingenieros comienzan a trabajar en Bugatti Automobili Spa. Durante cuatro años desarrollan este deportivo que lleva el nombre de una marca mítica y que es el digno antepasado del Bugatti Veyron, modelo que tendrá sucesor en forma de Bugatti Chiron.
Sólo hay 34 ejemplares de SS
El Bugatti EB110 está en producción hasta que la empresa desaparece en 1995, y con ella este deportivo del que tan sólo se llegaron a fabricar 126 ejemplares, las cuales a dia de hoy se han convertido en auténticas obras de arte realmente apreciadas por los coleccionistas más adinerados. Y no es para menos, pues el pasado año se subastó un Bugatti EB110 GT por 490.000 euros, mientras que en el año 2010 Michael Schumacher vendió su Bugatti EB110 Super Sport por nada menos que 600.000 euros.
Estas últimas son las más aprecidadas, pues de las versiones SS sólo se fabricaron 34 unidades. Utilizaban el mismo propulsor 3.5 V12 con cuatro turbos IHI de los GT, pero conseguían extraer una potencia de 610 CV (50 más que los GT). También eran más ligeros gracias al uso de piezas fabricadas en fibra de carbono. Con todo ello, hace más de veinte años ya existía un deportivo que podía alcanzar una velocidad máxima de 347 km/h y podía acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 3,2 segundos.
Preciasmente un Bugatti EB110 Super Sport es la versión que se subasta ahora y que se espera, alcance un precio cercano a los 800.000 euros. Esta unidad, con número de chasis #39038 fue uno de los últimos en salir de la factoría en 1995 y el único de todos ellos que presentaba esta combinación de colores, con un exterior pintado en «amarillo banana» y un habitáculo tapizado en rojo. Tan sólo han recorrido con el 10.100 kilómetros y ha tenido dos propietarios.
