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Audi corona su gama SUV con el Q8

La firma de Ingolstadt ha elegido China para desvelar su Q8, y no por casualidad. Es su primer mercado a nivel mundial desde hace años y Audi es allí líder entre las marcas Premium; sin olvidar que el país asiático, 'contagiado'' ya de la fiebre SUV, es destino prioritario para productos como el Q7. O como este Q8, de llegada inminente a los concesionarios españoles (aún no se conocen los precios) y que se convierte en una alternativa de planteamiento dinámico al Q7 por su carrocería ligeramente más corta, baja y ancha; y por ese aire coupé (índice aerodinámico Cx de 0,34) logrado con la caída progresiva del techo o las ventanas sin marco. Un rival directo de exclusivos modelos que ya llevan tiempo a la venta, como el BMW X6 o el Mercedes GLE Coupé.

Además, el Q8 supone una ruptura estética frente a los Audi conocidos en la familia Q, especialmente en las vistas frontal y trasera. Para las luces delanteras, el cliente puede elegir entre dos variantes, ambas con tecnología LED: la de serie, con la luz diurna, la de cruce y varias funciones más agrupadas en la zona superior más visible, y la luz de carretera más abajo, en una sección más oscurecida; y la opcional, con sistema HD matrix LED, dotado de 24 diodos individuales por faro.

Habitáculo y maletero enormes

Hablamos de un SUV de casi tres metros de batalla y cinco plazas en el que se podrá pedir una segunda fila compuesta por tres asientos individuales de ajuste longitudinal, lo que permitirá ampliar un maletero que, de partida, es enorme: 605 litros, y 1.755 abatiendo los respaldos traseros. De serie, el portón abre y cierra eléctricamente, y podemos complementarlo con el sensor gestual, por movimiento del pie, y la cortina cubremaletero eléctrica: guiada por unos raíles, se retrae cuando abrimos el portón y se despliega cuando lo cerramos.

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Para el habitáculo se ofrecen cuatro diseños de asiento y tres tipos de cuero (el Valcona es el más refinado), un ejemplo de las extensas posibilidades de personalización. Como en el exterior, con 12 colores de carrocería a elegir entre los que destacan los inéditos Naranja Dragón y Azul Galaxy, y dos paquetes opcionales, con elementos pintados en el color de la carrocería o en Gris Scandium. Y en el paquete exterior S line, los grises mate aumentan el efecto de la nueva parrilla Singleframe y demás elementos aerodinámicos, como las taloneras o el difusor posterior.

Siguiendo con el interior, de diseño minimalista, apenas requiere botones o mandos clásicos gracias a las dos pantallas táctiles en la consola: la superior, de 10,1 pulgadas, controla navegación e infoentretenimiento; y la inferior, de 8,6 pulgadas, permite manejar climatización y funciones de confort, o introducir texto. Y cuando seleccionamos una función con el dedo, se escucha y se siente un clic de confirmación; como en el A8. Además, el control de voz reconoce lenguaje cotidiano, y basta con decir «tengo hambre» para que el MMI Touch Response sugiera restaurantes próximos. El puesto de conducción se redondea con la instrumentación Audi Virtual Cockpit, que permite configurar su pantalla de 12,3 pulgadas en dos tipos de vista, clásica y navegación, más una tercera de diseño deportivo que llegará más adelante. Y en opción podremos pedir el Head-up display, que proyecta información en el parabrisas, como el guiado detallado de la navegación.

El navegador, de serie, emplea la tecnología LTE Advanced de transmisión de datos, y sugiere destinos o rutas en función de trayectos anteriores, teniendo en cuenta la situación del tráfico. Y gracias a los servicios online de Audi Connect se añaden funciones predictivas para la navegación basadas en señales de tráfico o alertas de riesgos; y en breve nos avisará también de huecos libres para estacionar en la calle usando informaciones captadas por otros Audi. Asimismo, la llave opcional Audi Connect Key permite, al conductor y a cuatro usuarios adicionales, acceder al coche o encender el motor usando un smartphone Android; y con hasta 400 parámetros personales almacenados: ajuste de asiento o climatización, destinos frecuentes… Y por si lo nuestro es la música, el sistema de audio Bang&Olufsen tiene 23 altavoces y sonido 3D delante y detrás.

4 paquetes de sistemas de ayuda a la conducción

En cuanto a seguridad y confort, los sistemas de conducción disponibles se cuentan por decenas. Por eso Audi los agrupa en cuatro paquetes, como el Tour, que incluye, entre otros, el asistente de eficiencia (ajusta la velocidad a los límites marcados y reduce la velocidad antes de curvas o rotondas) o el control de crucero adaptativo, que se hace cargo del control lateral y longitudinal a cualquier velocidad, al vigilar marcas viales, estructuras de la carretera, vehículos en el entorno… Así, el Q8 se manera automáticamente a la circulación en atascos, ajustando la velocidad a las condiciones del tráfico y teniendo siempre en cuenta el límite legal del tramo; y ambos sistemas apoyan una conducción lo más económica y eficiente posible, ya que su objetivo es que entre en juego el sistema MHEV (funcionamiento híbrido ligero del motor) y la selección inteligente, por ejemplo, de la navegación a vela.

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De hecho, la gama Q8 al completo montará de serie el procesador zFAS, que coordina todos los sistemas de asistencia disponibles (Rear Cross Traffic, asistente de cruce, Audi Pre Sense de 360 grados, asistente de maniobras, Trailer Assist, Night Vision…) mediante sus cinco sensores de radar, cinco cámaras, doce sensores ultrasónicos y un escáner láser. Y usando la aplicación myAudi podremos enviar destinos de navegación o canciones desde el teléfono al MMI del coche; e incluso será posible meter o sacar el Q8 de una plaza de aparcamiento desde fuera, usando nuestro smartphone.

Su estructura Audi Space Frame recurre a aceros especiales (un 14,4 por ciento del total) y aluminio, metal ligero presente en suspensión, paneles laterales, gran parte del suelo, pasos de rueda, techo, puertas, portón… Hasta suponer un 15 por ciento de la estructura y un 23,7 por ciento de la carrocería. Pese a ello, el Q8 3.0 TDI anuncia 2.145 kilos en vacío.

Un diésel del 286 caballos… para empezar

Será esa versión diésel de 286 CV, bautizada Q8 50 TDI, la primera lanzada, y está dotada de un sistema Mild Hybrid MHEV que integra una batería de iones de litio y un alternador BAS en el sistema eléctrico de 48 voltios, lo que a veces permite circular por inercia, con el motor apagado, entre 55 y 160 km/h, generando ahorros de hasta 0,7 l/100 km. Y el sistema de parada y arranque start-stop pondrá también su granito de arena en esa materia. Pues entra en funcionamiento al bajar de 22 km/h cuando frenamos. El par máximo de este 3.0 TDI inicial es de 61,2 mkg y sus prestaciones son notables: 0 a 100 km/h en 6,3 segundos y velocidad punta de 232 km/h.

Ya en 2019, la gama crecerá con otro diésel 3.0 de seis cilindros (el 45 TDI, de 231 CV) y con el 55 TFSI de gasolina, que anuncia 340 CV y también es un 3.0 de seis cilindros. Pero, por ahora, nada se dice sobre un hipotético (y creemos que muy probable) Q8 e-tron, que equiparía una mecánica híbrida enchufable muy similar a la del Q7 e-tron, del mismo que se guarda silencio sobre un RS Q8 que, bajo camuflaje todavía, ya ha sido visto en fase de pruebas.

Por supuesto, la tracción es Quattro (en condiciones normales envía un 40 por ciento del par al eje delantero y un 60 por ciento al trasero; pero lo redistribuye según las necesidades hasta mandar casi toda la fuerza a cualquiera de los dos trenes) y emplea el cambio Tiptronic de 8 marchas. Los neumáticos de serie van ligados a llantas de 19 pulgadas -se ofrecen también de 20 y de 22, éstas con unos 285/40-, y para el tren rodante hay tres alternativas: la suspensión de serie con control de amortiguación; la suspensión adaptativa (con cuatro modos y posibilidad de variar la altura al suelo en 90 milímetros), y el eje trasero direccional, que permite un ángulo de giro en las ruedas posteriores de hasta 5 grados: a baja velocidad giran en sentido opuesto a las delanteras, pero a velocidades medias y altas lo hacen en el mismo. Además, el Audi Drive Select ofrece siete perfiles de conducción distintos, incluido el Off-road, concebido para sacar el máximo partido del Q8 fuera de carretera o sobre nieve, donde también nos beneficiaremos de su generosa altura libre al suelo: 22 centímetros con la suspensión convencional y hasta 25,4 con la adaptativa.