El mantenimiento de un coche eléctrico es más barato que los de motor de combustión interna, un diésel o un gasolina. O que cualquier híbrido.
7Haciendo números
Por lo tanto, esa mayor simplicidad mecánica de los coches eléctricos y, consecuentemente de su mantenimiento, tiene claras ventajas para nuestro bolsillo.
Y esos gastos extras en un coche de motor térmico se pueden cuantificar de la siguiente manera. Lo hacemos de una manera genérica, calculando un coste medio en cada apartado, que obviamente fluctúa dependiendo del coche y la calidad del producto sustituido.
Revisión general: cada 12.000 km (70 euros)
Correa de distribución: cada 120.000 km (800 euros)
Aceite y filtros: cada 20.000 km (150 euros)
Pastillas de freno: cada 50.000 km (150 euros)
Discos de freno: cada 80.000 km (250 euros)
Amortiguadores: cada 70.000 km (500 euros)
Neumáticos: cada 40.000 km (450 euros)
Bujías: cada 25.000 km (15 euros)
Filtro habitáculo: 15.000 km (15 euros)
