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12.500 kilómetros y 20 países con un coche eléctrico desafiando la falta de cargadores

¡Objetivo conseguido! El reto era demostrar que recorrer miles de kilómetros en coche eléctrico es posible, incluso cuando no hay infraestructuras de carga en el camino. Y el llamado «Tour d’Excellence» lo ha superado con un recorrido a bordo de dos unidades del Volkswagen ID. Buzz.

Y es que, si bien hoy en día la infraestructura de carga está bastante desarrollada en Europa, en Oriente Medio aún se encuentra en sus primeras etapas. Recorrer miles de kilómetros en la Península Arábiga con un eléctrico requiere creatividad y flexibilidad para acceder a la energía. Pero los participantes en este tour han demostrado que, incluso en circunstancias tan difíciles, los viajes de larga distancia con coches eléctricos siguen siendo factibles.

Un reto que se ha dividido en dos partes y que ahora ha tenido su epílogo. La primera de ellas fue un recorrido de más de 8.000 kilómetros desde Ginebra a Doha (Qatar), uniendo en septiembre de 2023 las dos ciudades después del traslado a la segunda del Salón Internacional del Automóvil de Ginebra, que se celebró fuera de su sede en suiza por primera vez en su historia.

Y en la segunda (el «Epílogo»), que partió el pasado 12 de abril y recorrió todos los países de Medio Oriente, han completado otros 4.000 kilómetros más viajando hasta Salalah (Omán). Un viaje en el que, en total, han tenido que superar la falta de infraestructuras de carga en más de 6.000 km.

Al volante de los dos coches, por un lado, Frank M. Rinderknecht, el director ejecutivo de Rinspeed, y por otro, Rainer Zietlow, cuyo currículum incluye varios récords mundiales de larga distancia y seis Guinness World Records.

Falta de cargadores para el coche eléctrico

Una travesía que les ha llevado a recorrer 20 países desafiando a las dudas sobre la resistencia y adaptabilidad de los coches eléctricos en todo tipo de terrenos y circunstancias. Cada parada de carga resultó ser un desafío en sí mismo y algunas de las instalaciones eléctricas encontradas fueron calificadas de «ridículas». De hecho, en el recorrido tuvieron que descargar más de una veintena de aplicaciones distintas de recarga para coches eléctricos.

«Todo lo que necesitábamos hacer era encontrar una toma de corriente preferiblemente de 380 V para cargar nuestro vehículo sobre la marcha. A veces es más fácil decirlo que hacerlo, ya que fue necesario superar las barreras del idioma y «consolar» a algún propietario diciéndole que nuestra carga no acabaría por cerrar la Mezquita, la estación, tienda o casa…, que teníamos que cargar por necesidad», explica Rinderknecht.

En Arabia Saudí, en particular, por ejemplo, comprobaron que la red de puntos de recarga sigue siendo inexistente, «con muy pocas excepciones en menos de un puñado de ciudades», señalaba Frank M Rinderknecht. Pero, «esto no nos impidió ser de los primeros en lograr cruzar 2.000 km de la Península Arábiga en VE sin utilizar ni una sola estación de carga», añadió Rainer Zietlow.

Un viaje en coche eléctrico en el que han descubierto que aún queda mucho trabajo por hacer en la interoperabilidad de los proveedores de electricidad, así como en la estandarización de las normas de recarga o, simplemente, en la red de infraestructuras de recarga dentro de un país, pero que ha puesto de manifiesto que la viabilidad de viajar en un eléctrico existe.