2025. 2030. 2050… La inmensa mayoría de los fabricantes de automóviles ya han puesto una fecha de caducidad para el motor de combustión interna. Sin embargo Toyota todavía ve mucha vida por delante a esta tecnología. Tanta que acaba de anunciar una impresionante inversión económica para el desarrollo y la fabricación de este tipo de mecánica.
La compañía nipona acaba de anunciar que invertirá la friolera de 383 millones de dólares (cerca de 355 millones de euros) en las instalaciones que tiene en Estados Unidos y que se encargan a día de hoy de fabricar motores de combustión interna. Esa cuantía se va a repartir entre las cuatro plantas principales que tiene al otro lado del océano. Y cada una cumplirá una tarea específica.
355 millones de euros para sus motores de combustión
Huntsville Alabama recibirá la mayor parte de dicha inversión. En concreto allí Toyota destinará 222 millones de dólares (más de 205 millones de euros) que irán a la creación de una nueva línea de producción de motores de cuatro cilindros. Estos serán utilizados por vehículos convencionales, pero también por versiones híbridas e híbridas enchufables. Actualmente esta planta tiene una capacidad para fabricar 900.000 motores al año y dicha inversión incluye una expansión de 10.590 metros cuadrados.
109 millones de dólares (101 millones de euros) irán a parar a la planta de Troy en Missouri. Dicha cuantía se invertirá en proporcionar nuevos equipos para la fabricación de culatas para estos futuros motores de combustión interna. Mientras tanto la planta de Jackson en Tennessee, recibirá 36 millones de dólares (más de 33 millones de euros) para construir nuevos bloques para motores de cuatro cilindros.
Toyota ofrece tres motores de cuatro cilindros a día de hoy
Por último los 16 millones de dólares restantes (14,8 millones de euros) se destinarán a la planta más grande que Toyota tiene en Estados Unidos. Ubicada en Georgetown, Kentucky, ser destinarán a expandir aún más la producción de motores de combustión interna. Cabe recordar que a esta misma factoría llegaron 461 millones de dólares (427 millones de euros) en octubre de 2021 en forma de inversión, siendo una planta que produce alrededor de 600.000 trenes motrices al año para diferentes modelos de Toyota y de Lexus.
La compañía nipona contempla a día de hoy diferentes motores de cuatro cilindros en su oferta. En Europa ofrece los conocidos 1.8, 2.0 y 2.5 atmosféricos como punto principal dentro de sus mecánicas híbridas eléctricas e híbridas enchufables, pero en Estados Unidos va un paso más allá. Y es que estos motores también se ofrecen sin parte electrificada en la inmensa mayoría de los modelos que comercializa al otro lado del océano. Y a todos ellos se sumará un futuro bloque de nuevo desarrollo, que por el momento se mantiene en absoluto secreto, pero que nos hace plantearnos la pregunta de: ¿adaptado para funcionar con hidrógeno?
Motores de combustión interna alimentados por hidrógeno
Y es que Toyota es una de las marcas que más apuesta por este ‘combustible’, pero no para generar electricidad por medio de una pila de combustible como ya ocurre con su Toyota Mirai, sino para ser inyectado de forma directa en las cámaras de combustión de motores tradicionales. Y esta tecnología que la compañía nipona desarrolla en el mundo de la competición y gracias a acuerdos con firmas como Yamaha, permitirá estirar la vida de los motores de combustión interna.