Además de ser rápido, se siente muy aplomado y cómodo. Y, por si fuera poco, aquí su iMT también tiene mucho que decir, pues cuando dejas de acelerar introduce automáticamente punto muerto y permite recorrer metros y metros con el motor térmico apagado y con el testigo «A Vela» encendido en la pantalla central.

Artículo anteriorPrueba Kia Rio 1.0 T-GDi MHEV 120 IMT GT Line-1
Artículo siguientePrueba Kia Rio 1.0 T-GDi MHEV 120 IMT GT Line-3