El interior no desmerece la calidad habitual de Audi, con una excelente ergonomía para el conductor. El espacio longitudinal es notable detrás, aunque no destaca en anchura. El maletero ofrece formas totalmente regulares, con las paredes muy verticales, con 280 litros de capacidad, 100 menos que las versiones gasolina. Absoluto blindaje para la batería en el suelo del maletero.