Andreau logró una mejora significativa a nivel aerodinámico (certificada posteriormente en un tunel de viento) que llevó su Cx de 0,68 a unos sorprendentes 0,28. Gracias a todo esto la aceleración máxima que consiguió el coche pasó de 115 a 140 km/h con una reducción del consumo de combustible de un tercio.