Su valor lo confirma como el coche de empresa más caro del mundo. Nada menos que 136 millones de euros. Es el precio pagado por un 300 SLR Uhlenhaut Coupé en una súper exclusiva subasta organizada por Mercedes-Benz en colaboración con RM Sotheby’s. ¿Por qué lo consideramos coche de empresa? Pues porque ha estado en la flota de Mercedes-Benz nada menos que 67 años.
No sólo fue su creador… también su primer usuario. Rudolph Uhlenhaut, diseñador e ingeniero de Mercedes-Benz desde 1931, diseñó y desarrolló muchas de las flechas de plata —los modelos de alta competición— de la marca de la estrella y también este W196.
ADN de competición
De gran parecido visual con el W194 —ganador en 1952 en Le Mans— y el 300 SL Gullwing —el alas de gaviota aclamado como “coche más bello de la historia”— los fundamentos del W196 se dieron a conocer en el monoplaza con el que Fangio se proclamó campeón del mundo de F1 en 1954 y 1955.
La unidad que nos ocupa, el coche de empresa más caro del mundo, fue originalmente destinada a la competición. Tiene su ADN en las grandes carreras. Sin embargo su vocación deportiva rápidamente cambió.
Concretamente lo hizo en 1955. La razón, el dramático accidente que se produjo en las 24 Horas de Le Mans de 1955. Aquel accidente “devastó una franja de 300 m2 de espectadores…que se convirtieron en una masa de histérico y negro horror”.
Así describía gráficamente la revista Time el mayor accidente del automovilismo de la historia. En él, el Mercedes-Benz de Pierre Levegh voló hacia la grada y provoco 83 muertos y cientos de heridos.
Provocó el abandono de Mercedes en la competición
Apenas dos días antes, otro campeón del mundo, Alberto Ascari, fallecía en un accidente sufrido en Monza. La fuerte rivalidad entre los fabricantes británicos, alemanes e italianos provocaba que los pilotos asumieran grandes retos. El accidente de Le Mans fue la gota que colmó el vaso. Mercedes abandonó todas las carreras de la alta competición.
Aquella decisión impidió tanto el desarrollo del W196 como vehículo de carreras como que Rudolph Uhlenhaut abandonara sus funciones como responsable de la ingeniería y desarrollo de modelos de Mercedes-Benz para la alta competición.
Uhlenhaut paso entonces a desarrollar nuevos modelos de producción como Jefe de Desarrollo de Turismos de la marca alemana. Y su primera gran creación fue dotar a la barqueta W196 de una cubierta de chapa y cristal que permitiera su venta como vehículo deportivo para la carretera.
Aquella versión de techo rígido fue el germen del 300 SLR Coupé un vehículo del cual entonces apenas se produjeron un par de unidades dadas las extremas similitudes que mantenía con un vehículo destinado a la alta competición.
A la cabina de aquel W196 se accedía a través de unas innovadoras puertas en forma de alas de gaviota. Estas habilitaban un pequeño espacio por el cual los ocupantes, contorsionándose, pasaban a ocupar sus respectivos asientos.
Una vez en ellos, era preciso adoptar una postura realmente complicada. El piloto conduce sentado a horcajadas sobre un gran túnel de transmisión, con los pedales dispuestos a ambos lados. Los tubos de escape están dispuestos lateralmente, lo que obliga a “saltarlos” para acceder al interior.
Motor 8 cilindros en línea
Otros detalles no dejan de ser curiosos. Como el pedal del acelerador revestido en cuero para reducir los deslizamientos del pie sobre él. O la aleta con bisagras en el cortafuego del motor que permite que el calor del vano motor llegue al interior. O el gran depósito de combustible que reduce el maletero a su mínima expresión.
Uhlenhaut condujo aquel coche con regularidad. Fue el coche que la empresa puso a su disposición. Su motor gasolina delantero de ocho cilindros en línea y 3.0 litros de capacidad cuyos dos sonoros turbocompresores y sus escapes gemelos laterales generaban tal rugido que al final de su vida el ingeniero alemán perdió la audición casi por completo.
También se cuenta que Uhlenholt no se amilanaba a la hora de conducirlo. Según se cuenta, para asistir indistintamente a las reuniones tanto en Münich como Stuttgart, tuvo que conducir por la autobahn que las separa a velocidades ciertamente elevadas. Se comenta que en más de una ocasión lo hizo circulando a 230 km/h para cubrir la distancia que separa ambas ciudades en menos de una hora.
67 años al servicio de la flota de Mercedes-Benz
Pese a que las flotas cambian sus unidades cada 46 meses aproximadamente, este lleva más de 67 años de servicio. Lo fabricaron en 1955 y lleva 67 años en servicio ininterrumpidamente, salvo las consabidas operaciones de mantenimiento y reparación y alguna que otra pequeña restauración.
El inicio de su producción tuvo lugar en diciembre de 1955 y, seis meses después, se instaló en él un silenciador Eberspächer. Una semana después, el 29 de junio de 1956, se consideró que el automóvil ya estaba listo para ser conducido. Increíblemente, la unidad ha permanecido en poder de Mercedes-Benz desde la primera vez que salió de fábrica
La unidad subastada corresponde al chasis nº 196.110-00008/55. Es la segunda de los dos únicos Uhlenhaut Coupé fabricados. Tras unos primeros años en poder de su creador, el automóvil sirvió para realizar demostraciones en Europa con dignatarios como el duque de Kent y Lord Brabazon.
Restaurado en 1986
También se sabe que Mercedes-Benz lo utilizó en los EE. UU. entre 1961 y 1963. Desde mediados de los años 60 en adelante, el 300 SLR fue exhibido por Mercedes-Benz en numerosos eventos.
Entre enero y julio de 1986, fue enviado a Tony Merrick, destacado restaurador y preparador de vehículos históricos de la época para efectuar una puesta al día. Tras la reparación, en agosto de 1986 representó a Mercedes en el Gran Premio Oldtimer en Nürburgring, antes de aparecer en un artículo destacado de la revista del motor británica Road & Track.
Un par de años más tarde, en marzo de 1988, Mercedes lo expuso en el Salón de Ginebra y, posteriormente, en una exhibición de modelos de la marca que recorrió varios destacados museos. Estuvo presente igualmente en eventos de alto nivel y concursos de elegancia.
Presente en numerosos eventos
Se le pudo ver en el Festival de Velocidad de Goodwood (1999), el Gran Premio de Alemania en Hockenheim (ese mismo año) y en el Pebble Beach Concours d’Elegance (en 2001). También apareció en el folleto del nuevo Mercedes-Benz SLR McLaren que se comercializó en 2003.
El chasis 196.110-00008/55 cuenta con una larga lista de apariciones en muchos eventos oficiales de Mercedes-Benz, siempre anunciados por el fabricante como un hito significativo en su historia, y siempre al frente de las campañas de marketing global de la marca.
Y todo ello hasta que, ahora, por primera vez, ha sido ofrecido en la subasta privada hiper exclusiva que Mercedes Benz ha organizado. En ella, sólo 10 clientes vip de la marca pudieron pujar por él
El coche de empresa más caro del mundo
La incomparable importancia de este Mercedes-Benz lo posiciona entre los automóviles más valiosos de la historia y, sin duda alguna en el de mayor precio jamás ofrecido a la venta. Los 135 millones de euros pagados por él en la subasta le convierten en el coche de empresa más caro del mundo.
Aunque a bien de ser precisos, ahora sin duda el vehículo de empresa más caro del mundo será la otra unidad del modelo que Mercedes-Benz mantiene en su flota y que se mantiene al menos de momento en la colección histórica de vehículos de la marca.