Elliot Moss, hijo del célebre piloto es protagonista en la escena de despedida, donde conduce el modelo ganador de la Mille Miglia. En ese instante mira su reloj, que marca las 7:22 (hora en la que su padre entró en la carrera), detiene el coche y apaga su motor. Es el tributo que Mercedes ha querido rendirle a la leyenda Moss.