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Renault Kwid 2019. Inspirado en el K-ZE eléctrico

Hace prácticamente cuatro años que se presentaba en India este llamativo Renault Kwid, un pequeño vehículo urbano que mide 3,68 metros de largo y que nace desde la plataforma CMF-A, el cual la firma francesa posteriormente comercializaría en otros mercados emergentes por todo el mundo.

Para mantenerlo al día ahora han decidido actualizar su imagen, que hereda un frontal que está inspirado en el que utiliza el Renault K-ZE, un vehículo eléctrico que tienen a la venta en China. Por lo tanto varía el diseño de su paragolpes, de su parrilla, así como de sus faros, que ahora van separados, siendo la parte superior para las luces diurnas LED.

Con una gran altura libre al suelo

En el exterior también varían las formas del paragolpes posterior, aparecen pilotos traseros LED y nuevas protecciones que le aportan un toque más aventurero. Y es que aunque sólo se vende con tracción delantera, este Renault Kwid presume de tener una altura libre al suelo de 184 milímetros, suficiente para abandonar zonas asfaltadas con total garantía.

Dentro este sencillo automóvil también se renueva, porque ahora puede equipar un sistema MediaNav Evolution, cuya pantalla táctil es de 8 pulgadas (antes era de siete), tiene conectividad Android Auto y Apple CarPlay, reconocimiento vocal, cámara de marcha atrás… De igual forma que aparece un cuadro de instrumentos digital. Muy sencillo, pero digital. Este último lo hereda del Renault Triber que también se ofrece en India.

Decir que su volante también tiene un nuevo diseño, hay nuevos asientos, tapizados, molduras… Sin pasar por alto que las versiones equipadas con cambio automático presentan un selector de marchas circular entre sus asientos.

Mecánicamente no habrá sorpresas, porque este revitalizado Renault Kwid esconde un motor 0.8 SCe que se conforma con 54 CV de potencia, mientras que el 1.0 SCe (ambos son atmosféricos y tienen tres cilindros) eroga 68 CV de potencia. De serie tienen un cambio manual de 5 velocidades, pero el más potente tiene una transmisión manual pilotada, también con cinco velocidades.

Para que te hagas una idea, la versión más básica en India tiene un precio de 283.000 rupias, el equivalente a unos 3.630 euros.