Por primera vez, un coche de conducción autónoma, el Citroën C4 Picasso del grupo PSA, ha pasado por un peaje sin ninguna intervención del conductor gracias a la comunicación específica establecida ente el vehículo y la infraestructura.
Esta prueba, que se ha llevado a cabo en el peaje de Saint-Arnoult-en-Yvelines, el más grande de Europa, supone un avance en el desarrollo del vehículo autónomo hacia el nivel 4 -mind off – sin supervisióndel conductor-.
Se trata de la conclusión de un programa de desarrollo iniciado en 2016 con la colaboración del Grupo PSA y VINCI Autoroutes.
Una antena UBR a 300 metros del peaje
Esto requiere capacidad para gestionar los flujos cruzados de vehículos que se orientan, de manera aleatoria, hacia las diferentes entradas del peaje y precisa asimismo asegurar el guiado del vehículo autónomo en una zona caracterizada por la ausencia de marcas viales en la calzada.
Para esta prueba se ha utilizado una antena UBR -unidad de a Bordo de Ruta- situada 300 metros antes de la barrera de peaje, junto al arcén de la autopista y conectada al sistema de peaje.