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Peugeot 5008 1.2 PureTech 130 EAT6. Combinación perfecta

Hace unas semanas, nos poníamos por primera vez al volante del Peugeot 5008, el modelo que por versatilidad interior podria considerarse monovolumen, por su aspecto exterior definirse como SUV y por su dinámica, pasar por un familiar. Porque el modelo francés, que llega al mercado en el próximo mes de junio, tiene todas esas virtudes para tratar de poner patas arriba un segmento en el que hasta ahora aparecía, tranquilamente en el podio el Nissan X-Trail… Pero eso se ha acabado, porque además del 5008, el Skoda Kodiaq, el Hyundai Santa Fe, el Land Rover Discovery Sport o el Kia Sorento preparan batalla.

Y en esta batalla el 5008 juega muchas bazas. Una de ellas, ya la pudimos disfrutar en Lisboa, durante la presentación. Pero ahora, en Baqueira Beret nos hemos deleitado durante más de 300 kilómetros de recorrido. Hablamos de la estupenda versión 1.2 PureTech de 130 caballos dotada con cambio automático EAT6. Una combinación de motor y cambio que se ajusta perfectamente al carácter familiar del coche. 

Un motor con brío y suavidad

El recorrido entre Lérida y la estación de esquí, una carretera de montaña, repleta de curvas y con mucha circulación, es el hábitat ideal para medir las posibilidades de este propulsor. Un motor pequeño pero con brío gracias a un par máximo de 23,5 mkg a solo 1.750 vueltas, con lo que ofrece un empuje casi instantáneo. Eso le lleva, por ejemplo, a realizar la simulación de un adelantamiento -de 80 a 120- en un tiempo de solo 7,1 segundos en modo Sport y de 8,5 en modo normal. Son las cifras oficiales, que corroboraremos cuando hagamos nuestra prueba a fondo. Pero en el recorrido que hemos realizado, ha mostrado decisión a la hora de adelantar.

El cambio es rápido y baja de marchas con contundencia cuando nos aplicamos sobre el pedal del acelerador. Y gracias a las levas se pueden reducir marchas con gran facilidad y sacarle el máximo al motor. Otra cosa es el 'escalón superior'; cuando en un momento puntual necesitas ir más allá de esos 120-125 km/h. Ese sobreesfuerzo le cuesta y necesita algo más de tiempo -se nota un pequeño 'vacío' en ese rango de velocidad-. Lo que no le falta es suavidad. Parece imposible que hablemos de un motor de tres cilindros, pues no transmite ningún tipo de vibración extraña, ni lo delata un sonido raro.  

También destacábamos en nuestra toma de contacto en Lisboa el aplomo y las sensaciones al volante de llevar un turismo; no un SUV o un monovolumen. Y después de esos 340 kilometros las reafirmamos. El 5008 te transmite confianza en cada kilómetro, con unas suspensiones confortables y que no balancean en exceso. Es un coche grande, pero noble y dócil que obedece fielmente el trabajo del conductor sobre el volante. En definitiva, un viajero excelente con el que el conductor disfrutará al máximo mientras el resto del pasaje disfrutan de una habitabilidad y modularidad de lo mejor que se puede encontrar.

Con tecnologías para fuera de carretera

El 5008 no es un todoterreno, ni tiene posibilidad de ofrecer tracción total, pero en Peugeot no están preocupados, pues cuentan con la tecnología Advanced Grip Control con 5 modos de adherencia o el Hill Assist Descento Control, para salir airoso de muchas más complicaciones que las que, seguramente, le ponga un conductor tipo.

El Advanced Grip Control, que actúa sobre las ruedas delanteras y se activa mediante un mando giratorio puede actuar de forma inteligente si está seleccionado el modo Normal -para condiciones normales, sin problemas de adherencia-, mientras que el modo Nieve adapta de manera instantánea el control de tracción de cada una de las dos ruedas motrices a las condiciones existentes. Otro modo es el modo Barro, que permite circular por terrenos deslizantes como tierra o hierba húmeda. Asegura el arranque del vehículo en estas condiciones transfiriendo el máximo par posible a la rueda que más adherencia tenga. El modo Arena mantiene el deslizamiento de las dos ruedas motrices simultáneamente para permitir la progresión sobre suelo blando y limitar el riesgo de quedar atrapado en la arena. Y, por último, el modo ESP Off ofrece al conductor la posibilidad de desconectar totalmente el ESP y el Grip Control, hasta 50 km/h, y gestionar la motricidad de manera autónoma.

Por su parte, el control de descenso permite mantener el vehículo y su trayectoria en pendientes inclinadas. Un sistema  innovador que puede mantener el vehículo a velocidades muy bajas (3 Km/h), aportando control y seguridad en situaciones críticas.