El objetivo de Ford Performance es claro en los últimos años. Por un lado, desarrollar vehículos de competición, y por otro, y para que salgan las 'cuentas', hacer lo propio con modelos deportivos de calle. Y parece que las cosas no van mal porque a los éxitos deportivos se añade una estimación que pasa por vender más de 200.000 automóviles de alto rendimiento a nivel mundial, casi el doble que hace tres años.
En la cúspide se encuentra el que será un icono, el GT, modelo que llegará a finales de año; un escalón por debajo encontramos a la sexta generación del Mustang (por primera vez presente en Europa) o el Focus RS, que presume de 350 caballos de potencia. En la pirámide les seguirían modelos tan atractivos como el Focus ST y el Fiesta ST, y entre estos y la gama 'convencional' se situaría la nueva gama ST-Line.
Se trata de lanzar al mercado una familia de vehículos que incorpora gran parte de la imagen deportiva de los modelos ST, pero pensando en los usuarios que no necesitan tanta caballería bajo el capó y, por consiguiente, tantas prestaciones. Imagen sí, pero renunciando a tanto rendimiento en favor de la eficiencia.
La línea ST-Line salpica a cuatro modelos: el Fiesta, el Focus, el Mondeo y al nuevo Kuga. En este último puede sorprender, pero hay que señalar que ya se ofrecía un kit aerodinámico de gran éxito en la generación anterior.
Estéticamente incorporan una rejilla frontal en panal, faros antiniebla con ribetes oscuros, difusores traseros, línea de cintura negra por debajo de las ventanillas, llantas de aleación exclusivas en gris metálico, spoiler delanteros y en el techo traseros, asientos deportivos con acabados en hilo rojo, volantes rematados con pespuntes de color gris, palanca del cambio con estilo ST, estribos laterales deportivos…
Suspensión rebajada 10 milímetros
También la dinámica se optimiza al presentar todos ellos una suspensión deportiva que rebaja 10 milímetros la altura del conjunto.
Bajo el capó la oferta de motorizaciones es amplia y variada. En el Fiesta ST-Line monta el motor 1.0 EcoBoost de 100, 125 y 140 caballos, así como el diésel 1.5 TDCi de 95 CV. Se ofrece tanto en tres como en cinco puertas y está disponible desde 17.775 euros.
El Focus ST-Line apuesta por 125, 150 y 182 caballos en gasolina, y por 120 y 150 caballos en diésel, tanto en cinco puertas como en carrocería Wagon. El precio arranca en 21.825 euros.
Por su parte, el Mondeo ST-Line, disponible tanto en berlina como en la variante familiar SportBreak, ofrece mecánicas EcoBoost de 160, 203 y 240 CV, así como turbodiésel que parten desde el bloque 2.0 TDCi con 150, 180 y 210 CV. Está a la venta desde 30.950 euros.
Por último, la familia ST-Line del nuevo Kuga contempla un 1.5 EcoBoost de 150 CV y tres versiones diésel con 120, 150 y 180 CV, la más potente asociada a un sistema de tracción total. Se comercializa desde 29.750 euros.
