comscore

Gran Premio de Alemania de F1. Terreno de la estrella

«Ahora mismo la diferencia es muy grande, y no la hemos logrado reducir desde la primera carrera». Desde Red Bull hemos recibido el mensaje durante la temporada de lo contrario, de que el equipo austríaco estaría más cerca del alemán según avanzaba el campeonato. Pero Sebastian Vettel volvió a reconocer una realidad que se antoja la tónica hasta el final del campeonato. Fernando Alonso sintió en sus propias carnes la diferencia de rendimiento del W06 con su monoplaza en Austria, cuando Lewis Hamilton le adelantó en los primeros compases de carrera. El ritmo de los monoplazas alemanes en las quince primeras vueltas -25 segundos de ventaja-  sellaba las palabras de Vettel tras los pasados entrenamientos privados de Silverstone. Porque valían para Red Bull,  pero también eran aplicables al resto de los equipos. Otro tema es que, según las características del circuito, la jerarquía pueda variar por detrás, como Williams está confirmando en las últimas carreras. Pero ésta es otra historia.

Profetas en su tierra

Pocas carreras serán más especiales para Mercedes que su propio Gran Premio, en Hockenheim. Ni en Mónaco, o Canadá, Spielberg o Silverstone, pistas tan diferentes entre sí, el W06 ha encontrado rival. Quizás en el primero, pero con ventajas de medio segundo por vuelta como mínimo. Las características del trazado alemán invitan a pensar en un panorama similar. Su naturaleza mixta, con dos largas rectas,  curvas medias y de alta velocidad y una horquilla muy lenta, no debería plantear ningún problema a Rosberg y Hamilton, a quien tienes en vídeo dando una vuelta en el simulador al trazado del próximo Gran Premio.

Este último terminó la carrera británica casi con la misma ventaja que ya disfrutada en el primer tercio de la prueba, constatación del margen de maniobra con el que Mercedes cuenta esta temporada en la pista, como nos recordaba Alonso en Austria. Y, como en Canadá o en el circuito británico, se comprobó una vez más que el único enemigo de los monoplazas alemanes es su propia fiabilidad.

4 puntos de diferencia

Pero la pasada carrera británica sí supuso un revulsivo para el campeonato. Sólo cuatro puntos separan a Rosberg de Hamilton tras el abandono del piloto alemán. Es, a efectos reales, como si a mitad de campeonato éste empezara de nuevo. De haber ganado Rosberg en Silverstone, su diferencia hubiera alcanzado los 36 puntos. Psicológicamente Hamilton no sólo logró evitar (fortuna aparte) un golpe deportivo, sino también moral.

«Un equipo que es tan dominante tiene un deber hacia el deporte, Williams y McLaren lo saben, y siempre lo hicimos, pagando frecuentemente un alto precio», recordaba la pasada semana el antiguo director técnico del primero, Patrick Head. El británico elogiaba la actitud de Mercedes esta temporada. Pero Mónaco fue el primer antecedente de otros episodios similares que podrían repetirse a medida que se acerque el final de temporada, sobre todo con la extrema igualdad en la clasificación. 

En este sentido, seguro que el Gran Premio de Alemania será especialmente vigilado por Niki Lauda y los suyos en lo que respecta a sus pilotos, a los que habrá dado las correspondientes líneas maestras de actuación. Los responsables de Mercedes se mostraron visiblemente molestos con el impacto de imagen, y para los múltiples patrocinadores y socios presentes en Mónaco de la polémica vivida allí. Seguro que éste sería el último fin de semana en el que se desearan situaciones similares a las de Mónaco.

Las suspensiones en el punto de mira

Uno de los puntos de interés en el Gran Premio de Alemania será el alcance de la inesperada decisión tomada la pasada semana por parte de la FIA respecto al sistema de suspensión FRIC, incorporado por muchos equipos de la parrilla. El objetivo del mismo  es controlar la altura de los ejes delanteros y traseros a través de un sistema hidráulico, aprovechando el movimiento de uno de ellos para estabilizar el otro, con las consiguientes ventajas a la hora de la frenada, donde la transferencia de fuerzas modifica la altura del coche, con las consiguientes consecuencias aerodinámicas

En primer lugar, no deja de sorprender que se prohíba a mitad de temporada un sistema que se ha considerado legal durante año y medio. El responsable deportivo de McLaren, Eric Bouiller, declaraba que la prohibición no llegaba a instancias de ningún equipo y sí de la FIA, aunque la decisión no deja de tener su 'miga'. 

 Una primera interpretación a bocajarro apuntaría hacia el intento de animar a un campeonato dominado por Mercedes. Aunque el equipo alemán no es el único en utilizarlo,  el sistema podría jugar un papel importante en el rendimiento del W06 y, con su retirada, reducir las enorme diferencias con sus rivales. «Retirar el FRIC no cambiará mucho», explicaba Niki Lauda esta semana.  Pero, al menos, el asunto abre ciertas expectativas al Gran Premio de Alemania sobre el impacto de dicha prohibición, si finalmente se concreta. 

Porque en principio la FIA ha dejado la puerta abierta a un consenso entre los equipos para que el sistema se elimine definitivamente en 2015, aunque también dejaba la puerta abierta para que cualquier otro  pueda reclamarle en el próximo Gran Premio de Alemania. Y todos sabemos que hay equipos satélites de otros principales. Habrá que confirmar, por tanto, si finalmente ese consenso existirá o no, dejando de lado teorías  tan fáciles de elaborar dada la dinámica que ha seguido la prohibición.

De lo contrario será dudoso que cualquier equipo que incorpora el sistema desee correr ese peligro latente en Hockenheim. Y Mercedes es uno de estos equipos. Otro tema será, efectivamente, las consecuencias para cada cual, porque no es el único en utilizar el FRIC.

Ferrari pensando en 2015

Por lo demás, pocas expectativas cabe esperar de Ferrari, dado el orden competitivo  actual y con la vista puesta ya en 2015. «Sin sanción hubiera sido sexto, saliendo desde la pole, sexto o… máximo quinto», explicaba un realista Fernando Alonso tras la carrera de Silverstone, por lo que esperar subir al podio en Alemania parece ya cuestión de circunstancias excepcionales. Sobre todo, porque Red Bull rueda ahora por delante de Ferrari, y Williams se ha convertido en las tres últimas carreras en el segundo equipo de la jerarquía por detrás de Mercedes.

En todo caso, falta por confirmar la presencia o no de Kimi Raikkonen en la próxima prueba. A la hora de cerrar estas líneas, se desconocía si las consecuencias físicas del accidente de Silverstone le impedirán o no competir en el Hockenheimring. Jules Bianchi ocupó su puesto en los pasados entrenamientos privados en el circuito británico, y podría debutar con Ferrari de quedar fuera de juego el piloto finlandés.

Sobre el papel, el Gran Premio de Alemania tiene ya un dominador claro, salvo que factores políticos y técnicos de última hora puedan sorprendernos. 

Al menos, siempre nos quedará la esperanza de volver a vivir en cualquier momento un gran premio tan apasionante como el vivido en tierras británicas.