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Menos Rosberg, todo el mundo a palos. Afortunadamente

La Fórmula 1 nos ofreció otro regalo en Alemania. Cuando un solo monoplaza y dos pilotos dominan el campeonato sin esperanzas para el resto, queda el espectáculo que nos proporcione del pelotón en la pista. Y que la pugna de los dos aspirantes al título no se descompense demasiado. Este fue el balance de lo que ocurrió en Hockenheim.

Aunque Rosberg y Hamilton no pudieran medirse directamente en la pista, el resultado también fue magnífico. El piloto alemán pasó prácticamente desapercibido en Hockenheim por el paseo que se dio en carrera ante los suyos. Aunque es más líder en el campeonato, su ventaja todavía es mínima para tantas carreras que restan esta temporada. El flujo y reflujo en la diferencia de puntos se mantiene en un abanico muy estrecho, y así debería ser por el bien del campeonato. De momento, en Silverstone y Hockenheim se está cumpliendo el guión a la perfección, y la lucha por el título se va haciendo más intensa a medida que restan menos carreras. 

Más suerte para Hamilton

Sólo falta ahora que Hamilton tenga más fortuna o acierto en los entrenamientos, porque la posición de parrilla es la que está determinando las posiciones de ambos. Las estadísticas hasta el momento se inclinan hacia el dato de que quien mejor se posiciona en parrilla suele sacar puntos de ventaja. Considerado el piloto más rápido a una vuelta, aunque por causas diferentes, es curiosamente Lewis Hamilton quien está perdiendo en este terreno.

Cuando se cuenta con un monoplaza tan superior como el W05, resulta fácil remontar. Pero Hamilton también ofreció un magnífico espectáculo y manejó con cabeza los riesgos de adelantar tantos monoplazas. Llegó al contacto en varias ocasiones, la fortuna le acompañó en otras, y cumplió con la difícil tarea de limitar los daños del sábado. Ojala pronto lleguen carreras en los que se enfrenten mano a mano, como en Bahrein o Montmeló. Ocurrirá.

Williams ha resucitado

Cinco puntos el año pasado. Hoy, Williams se ha convertido en el segundo equipo de la parrilla. Cierto que el motor Mercedes da mucho músculo, pero la ambiciosa y efectiva reorganización del equipo británico y el espíritu que le alimenta ha permitido la resurrección de una de las escuadras con mejor palmarés en la historia de la Fórmula 1. Bottas volvió a volvió a confirmar su capacidad para gestionar con inteligencia la carrera y los neumáticos, especialmente las últimas vueltas en las que Hamilton se echaba en cima. Tres podios seguidos no son casualidad. Y batir a uno de los Mercedes en Alemania debe ofrecer un singular placer.

Puede que Pirelli esté muchas veces en la diana de pilotos y equipos, pero su elección con los neumáticos más blandos para Alemania ayudó a ampliar el abanico de estrategias y la diferencia de ritmo en pista, con una carrera muy movida en la que hubo numerosos duelos y adelantamientos. Alonso había puesto el día anterior el ojo en los Red Bull como objetivo de carrera, y con ambos pilotos se peló en ella. Al final, acabó entre ambos. Desgraciadamente, la carrera de Alemania fue otro ejemplo de lo que nos espera de aquí al resto del campeonato con la Scuderia y sus pilotos, bueno, con uno de ellos. Cualquier puesto por debajo del quinto tendrá sabor a victoria. Pero no es tan fácil conseguirlos.

Hungría está a la vuelta de la esquina. Es uno de los circuitos donde Lewis Hamilton brilla especialmente. Ojala el reflujo de la marea se mueva a su favor. Y que el resto de la parrilla siga a 'palos' entre ellos.