El Ford Puma disfruta de una suspensión eficaz y firme que consiente poco balanceo, ya que las vías, dignas de un compacto de tamaño Golf, son mucho más anchas que las del Fiesta. Además, la dirección es rápida y precisa, y los frenos están a la altura de lo que necesita un modelo de su rendimiento, de forma que serpentear curva tras curva es un agradable ejercicio. Y cuando estás preparado para lo difícil, hacer lo mas fácil, que es circular por autovías o en medio del tráfico urbano, es pan comido.