Bajo el capó delantero del imponente Corvette ZR1 se esconde un propulsor 6.2 V8 Supercharged que es capaz de proporcionar 755 CV de potencia y 969 Nm de par motor, cifras que no son suficientes para el preparador tejano Hennessey Performance, que desde hace algún tiempo viene ofreciendo diferentes mejoras para extraer lo mejor de este bloque.

Tanto es así que ahora nos sorprenden con las cifras de su versión más extrema, que según apuntaban, proporcionaba hasta 1.250 CV de potencia utilizando carburante de competición.

No ha llegado a esa cantidad de caballos, pero esta criatura utilizando combustible convencional y no de competición ha alcanzado unos escalofriantes 1.140 CV y 1.350 Nm. Y lo que casi es aún mejor… Como ruge.