En el año 2012 BMW y Toyota comienzan a colaborar de forma conjunta en el desarrollo de un futuro deportivo que siete años más tarde se ha materializado en el nuevo BMW Z4 y este sorprendente Toyota GR Supra (ambos se fabrican en la factoría de Magna Steyr en Graz, Austria), una criatura que rescata un nombre ilustre para la firma nipona y que aviva la llama de los vehículos de altas prestaciones que siempre a cuidado tanto Toyota. Si bien, en los últimos años su gama de deportivos estaba un tanto olvidada en favor de modelos más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.