Bajo el capó del impresionante Dodge Challenger SRT Hellcat Demon se esconde un 6.2 V8 Supercharged que es capaz de generar la friolera de 840 CV de potencia y 1.040 Nm de par motor. Esta máquina fue concebida como un deportivo para carreras de aceleración, algo que borda a las mil maravillas, siendo capaz de acelerar de 0 a 60 millas por hora en sólo 2,3 segundos, superando los registros de máquinas como el Bugatti Chiron. Hennessey consigue sacarle a ese mismo motor la friolera de 1.200 CV de potencia.