Nacido en 1984, el Toyota Land Cruiser 70 es el más directo heredero del Land Cruiser original (1951), cuya línea genealógica está actualmente dividida en tres: los modelos “duros” o heavy duty como éste, los más civilizados o Prado (que son los que se comercializan en Europa) y los más lujosos, que en la actualidad no se venden en España.
Curiosamente, la Serie 70 se encuentra a la venta en la Península Ibérica de forma oficial a través de la compañía Toyota Gibraltar Stockholdings, cuya gama es muy diferente a la que podemos encontrar en los concesionarios “normales”, ya que se trata de vehículos pensados para servicios públicos que operan en áreas en desarrollo.
Básicamente, los Toyota Land Cruiser que Gibraltar Stockholdings comercializa en nuestra península son vehículos destinados a organizaciones no gubernamentales, ejércitos y fuerzas de seguridad cuyas flotas no operan sobre suelo europeo, y el paraíso fiscal que es Gibraltar facilita las labores comerciales de la compañía, que desde hace un tiempo opera también en EE.UU.


Un Toyota Land Cruiser 70 con todo lo necesario
Buceando entre el peculiar catálogo de esta compañía, encontramos curiosidades como este Toyota Land Cruiser 70 Audio Visual, una transformación que hace que el todoterreno japonés se convierta en un cine ambulante o una aula móvil capaz de llegar a los rincones más remotos del planeta.
El vehículo base es un Toyota Land Cruiser 70 JDJ78 hard top, cuya variante sin transformar es capaz de trasladar a nada menos que 12 personas, dos en la primera fila y 10 en bancos laterales ubicados sobre la zona de carga, cubierta por un techo de fibra.
Va propulsado por el motor 1GD-FTV que montan los Toyota Land Cruiser europeos, un 2.8 turbodiésel de 204 CV y 500 Nm, acoplado a un cambio automático con manejo secuencial. Por supuesto, no falta una caja tránsfer con reductora, y también dispone de bloqueo manual del diferencial trasero, control de descenso de pendientes y el habitual mando del ralentí forzado.


Para las suspensiones se recurre a dos robustos ejes rígidos, con brazos de guiado y muelles en el tren delantero y con ballestas en el trasero. También se monta un depósito de combustible adicional de 90 litros, que se suma al estándar, también de 90 litros, para que la autonomía no sea un problema a la hora de llegar a las zonas más remotas.
A mayores, este Toyota Land Cruiser dispone de toma de admisión elevada tipo snorkel, protecciones en los bajos y un mínimo equipamiento de confort en el que se incluye el cierre centralizado, los elevalunas eléctricos y el aire acondicionado.
Este Toyota Land Cruiser es un auténtico cine sobre ruedas
Sobre esta base, Gibraltar Stockholdings ofrece un auténtico cine sobre ruedas, con proyector, pantalla, TV plana, equipo de sonido, reproductor de CD, casetes, DVD y VHS, micrófonos, altavoces amplificados, cámara de vídeo, así como todo lo necesario para generar a bordo la energía necesaria para operar estos equipamientos, lo que incluye un grupo electrógeno.

Esta adaptación es ideal para llevar contenidos audiovisuales a lugares remotos, por lo que puede emplearse tanto en labores formativas como de ocio. Si lo conduces, únicamente tendrás que tener en cuenta que, con esta carrocería, el Toyota Land Cruiser JDJ78 tiene una longitud de 5,24 metros (prácticamente como un pick up como el Toyota Hilux), una larga batalla de 2,98 metros, así como un peso en vacío de 2,2 toneladas.
A pesar de que el motor es suficientemente solvente para desplazar esa masa sin contratiempos, el equipo de frenos, con tambores en el eje trasero, se nos antoja algo escaso. Eso sí, dispone de serie de frenos ABS, control de estabilidad VSC, control de arranque en cuesta HAC y control de tracción ATCR.
El único color disponible es el blanco, y el manual del propietario está en inglés. Pero si tienes ocasión de hacerte con uno de estos Toyota Land Cruiser, estamos seguros de que no te arrepentirás.

























































