La batería del Porsche Taycan juega un papel esencial en el primer modelo totalmente eléctrico de la marca. Tras su complejo diseño se esconde un sistema de almacenamiento de energía, repleto de funciones inteligentes, que convierte al Porsche Taycan en un coche tan deportivo como equilibrado.
El Porsche Taycan es el primer modelo 100 % eléctrico de la marca alemana y la batería es uno de los elementos clave de su sistema de propulsión. Además de almacenar energía, mejora la dinámica del coche ya que, al ir instalada en la parte inferior, baja el centro de gravedad y aumenta la agilidad. La deportividad nunca queda al azar en Porsche, incluso cuando se trata de modelos eléctricos.
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El desafío de la carga
Uno de los desafíos que plantea el coche eléctrico es el tiempo de carga. En este sentido, cada vez hay más cargadores rápidos que, gracias a la iniciativa de Porsche y de otras empresas, se empiezan a extender de forma notable para facilitar el uso de los vehículos de baterías.
Sin embargo, la capacidad y el rendimiento de la batería disminuyen con cada carga que se realiza a muy elevada potencia. No son los únicos obstáculos con los que se encuentran los desarrolladores. Otros puntos importantes a tener en cuenta son los enchufes de carga, los cables y la infraestructura del vehículo, que también deben diseñarse para las corrientes altas. Esto implica que haya cables gruesos y, por lo tanto, que aumente el peso. La buena noticia es que se puede compensar mediante un voltaje elevado, precisamente como el que ofrece el Taycan con su sistema eléctrico de 800 voltios, que permite aligerar el peso del cableado.
A la hora de cargar un Taycan, el usuario puede hacerlo a potencia media con corriente alterna en localizaciones privadas, como su domicilio o su centro de trabajo, así como en puntos de carga públicos. También los destinos exclusivos de Porsche Destination Charging (restaurantes, hoteles, clubes de golf o puertos deportivos, entre otros) permiten hacer uso de este tipo de cargadores.