El turbocompresor comenzaba a popularizarse como elemento capaz de sacar las máximas prestaciones a un motor, ya fuera diésel o de gasolina. Y para demostrarlo las comparativas de esta semana: dos pequeños bólidos Fiat Uno y Renault Supercinco y dos berlinas diésel: Peugeot 505 y Volkswagen Santana.

Publicidad
Descargar revista
Artículo anteriorMotor16 número 114
Artículo siguienteMotor16 número 116