Nos alegra que nos sigas y nos alienta tu 'tirón de orejas'. Es cierto que quizás no veas todas las comparativas con modelos familiares que deseas, pero lo cierto es que este tipo de carrocería, aunque gana adeptos día a día en nuestro país, todavía se encuentra lejos de la aceptación de la que goza en otros países de nuestro entorno. Tomamos nota de ello, no obstante.
En cuanto a los dos vehículos que mencionas, como sabrás, son primos hermanos que comparten una buena parte de su tecnología, aunque el VW Golf se sitúa un escalón por encima en aspectos como la calidad percibida o un tacto general más 'sólido'. En este sentido nadie pone en duda de que se trata de la referencia del segmento. Dicho esto, hay otros puntos que nos pueden hacer cambiar de opinión, como la diferencia de precio o el uso que vayamos a hacer de nuestro vehículo, por poner dos ejemplos.
No nos comentas tus necesidades de uso pero, en cualquier caso, las diferencias en cuanto a habitabilidad y capacidad del maletero son mínimas. Esto se debe a que ambos comparten la misma plataforma y distancia entre ejes. Eso sí, en el caso del alemán encontramos algo más de volumen en el compartimento de carga (605 litros, 18 más que el español). En el interior ambos gozan de una buena calidad y ajustes, pero el Golf ofrece unos materiales de mayor calidad. Dinámicamente, el León es algo más vivo, ofrece un talante más deportivo y transmite más al volante. En el Volkswagen abruma su perfecto equilibrio porque su comportamiento en intachable y el confort de marcha muy elevado. El propulsor por el que te decantas es el mismo en ambos casos. El 1.4 TSI ofrece la misma potencia (140 CV) y par máximo (25,5 mkg) en los dos vehículos. Por lo tanto, tampoco encontrarás diferencias significativas en cuanto a prestaciones o consumos se refiere.
Sin embargo, sí que hay un dato que tiene suma importancia. El mayor peso del Golf (78 kilos más) provoca que el consumo sea de 5,3 litros frente a los 5,2 de su rival. No afectará apenas al bolsillo en el día a día, pero sí que hay que tenerlo en cuenta, ya que el Golf emite 121 g/km de CO2 (119 el León ST) y eso obliga al germano a tributar al 4,75 por ciento (exento el español) en el impuesto de matriculación. Por ese motivo la diferencia de precio se acentúa.
En ambos vehículos el cambio es manual de seis relaciones, pero el Golf también ofrece la posibilidad de combinarse con la atractiva caja de doble embrague DSG de siete relaciones. Curiosamente con esta combinación el consumo es menor y se 'libra' de tributar en el impuesto de matriculación. Es decir, esta opción nos cuesta en este caso sólo 740 euros más que el manual. Merece la pena, sin duda. El León ST no contempla caja DSG con este propulsor.
Y nos queda por analizar el equipamiento de ambos mdoelos. El Golf Variant con esta mecánica sólo está disponible con el acabado Sport. En el caso del modelo español podemos elegir entre Style y FR. Si nos decantamos por el Style tendremos 'coche' por 21.870 euros y ya con una dotación de serie muy completa. Si nos hacemos con el FR el equipamiento se iguala más al del Golf que, no obstante, presume de un equipo superior y presenta una carta de opciones con más 'contundencia' tecnológica. Eso sí, el precio se dispara hasta los 27.130 euros (3.780 más que León ST FR).
El Golf Variant es mejor si lo analizamos en su conjunto, pero la diferencia de precio es tan grande que es motivo ya por sí misma como para decantarse por el modelo español.