Sin duda ese ‘calienta que sales’ podría ser la frase más esperada por un jugador de fútbol antes de su debut en un gran partido. Pero en el caso de este Toyota GR Supra, tiene una connotación muy diferente. Y es que es lo que debemos decir a nuestro pie izquierdo cada vez que nos ponemos al volante de nuestro protagonista, el cual cada vez más aletargado por el progresivo exterminio de los coches con cambio manual.
Y en sus orígenes este Toyota GR Supra tiene buena parte de la culpa de la atrofia de nuestro pie izquierdo, porque cuando la compañía japonesa lo lanzó al mercado, solo se comercializaba con un sensacional cambio automático de 8 velocidades, el cual ya exclusivamente ofrecen como única alternativa en el caso de apostar por la versión ‘light’, la equipada con el motor de dos litros, una opción también muy divertida, dinámica y prestacional, ahora reservada en exclusiva para los más ‘comodones’.
Este Toyota GR Supra llegó a nuestras vidas con cambio automático
La variante más poderosa de este sensacional Toyota GR Supra ahora se ofrece en exclusiva con este cambio manual de seis velocidades, un cambio que los ingenieros de la compañía nipona aseguran que fue desarrollado para este modelo desde cero. Y nosotros no lo vamos a poner en duda. En ese diminuto pomo y en su tercer pedal es en lo primero en lo que nos fijamos nada más abrir la puerta del conductor y descubrir un interior que se mantiene inalterado desde su nacimiento. Interior que por otro lado rezuma calidad, perfectos ajustes, materiales de primera… Pero que muchos entusiastas de este emblemático modelo, ‘desprecian’ por su ADN de cierta firma bávara. No en vano el Toyota GR Supra tiene un ‘alma gemela’ firmado por BMW, pero con carrocería descapotable.
Ponemos en marcha su corazón de tres litros, seis cilindros en línea y sobrealimentado, un bloque capaz de proporcionar 340 CV de potencia entre 5.000 y 6.500 rpm, además de 500 Nm de par motor entre 1.600 y 4.500 rpm. Motor que desde la zona baja del cuentavueltas ya se le nota contundente y con ganas de salir a pasear. Cosa que nosotros también deseamos. Y nuestro pie izquierdo aún más.
Solo hay unos pocos flecos que pulir en cuanto a ergonomía
Pero se nota que este Toyota GR Supra nació automático. A pesar de ofrecer una postura de conducción idílica que nos hace sentirnos desde el minuto uno en un deportivo de verdad, los ingenieros de la compañía japonesa deberían haber revisado algunos detalles en ese interior, comenzando por el apoyacodos central, donde hay unos posavasos que molestan cada vez que accionamos su cambio manual. Tampoco se les pasó por la cabeza reemplazar el diseño del volante, al igual que a nadie se le ocurrió idear una mampara de separación con su maletero de 290 litros, de forma que es probable que en las apuradas de frenada nos pueda adelantar la compra que llevemos en el maletero. Por cierto, bastante aprovechable.
Aunque nos encantaría utilizarlo a diario, este Toyota GR Supra es un coche para darse un homenaje en días puntuales. De ahí que la opción a un cambio manual sea bastante coherente desde el punto de vista del cliente que adquiere una criatura de este tipo. Y es que el entreno a tu pie izquierdo será exhaustivo, porque ese pedal de embrague tampoco es el de un Toyota Aygo. Está mucho más duro, aunque apetece pisarlo todo el rato.
Manual: La opción idílica para el Toyota GR Supra
Sin embargo, gracias a la contundencia de ese extraordinario motor, tampoco es necesario recurrir con frecuencia al cambio manual, porque este Toyota GR Supra empuja con energía desde la zona baja del cuentavueltas. Y no desfallece hasta coquetear con la barrera de las 7.000 rpm. Del tacto del cambio no hay mucho que decir, porque es perfecto. Recorridos mínimos, precisos, rápidos… Y acompañados de un brillante ‘punta tacón’ cada vez que le quitamos una marcha. Lo hace como un auténtico profesional, pero siempre que lo llevemos en su modo ‘Normal’, ya que en modo ‘Sport’ te deja a ti que lo hagas. Porque igual que tu sabes que este Toyota GR Supra es un extraordinario coche, el sabe que tu eres un extraordinario piloto. O se lo supone.
No cabe duda alguna de que las curvas son el hábitat perfecto para esta sublime montura. Y te lo demuestra con un rápido paso por curva, ayudado de una dirección precisa y con apenas 2,1 vueltas entre topes que te ayuda a guiarlo con gran precisión. También presume de tener un contundente equipo de freno, que además de estar compuesto por cuatro discos ventilados, nos obsequia con un buen tacto en el pedal. Todo ayuda a redondear un conjunto que se siente ligero, ágil, divertido… Y que da mucho juego en carreteras estrechas al no ser una montura voluminosa.
Tiene un desarrollo mucho más corto que con el cambio automático
Nos hubiera gustado un sonido de escape algo más melódico para hacernos ese viaje por carreteras de curvas aún más especial. Pero lo cierto es que se agradece a la hora de realizar desplazamientos por carretera, porque no llega a molestar. Y eso que el desarrollo en sexta de este cambio manual le hace al motor girar a 2.840 rpm cuando circulamos a 120 km/h, que no es precisamente poco para los tiempos que corren.
Y ese es un régimen muy superior al de un Toyota GR Supra con cambio automático, ayudado por ese desahogo de la octava marcha. Tanto es así que en esa versión, a esa misma velocidad, el motor gira a 1.957 rpm. Y es que reconozco que tuve la suerte de poder probarlo cuando llegó a Motor16 por vez primera. Y luego también la versión de dos litros. Si, soy un privilegiado.
El Toyota GR Supra consume lo justo… cuando somos civilizados
Aún así, sorprende el ajustado consumo con el que nos obsequia este Toyota GR Supra. Porque a ritmo legal de autovía no va a superar los 8,0 l/100 km. Igual en ciudad es donde más se eleva ese gasto, que puede alcanzar entorno a los 12,0 l/100 km. Y en ese caso se nos antojarán pocos los 52 litros de gasolina que caben en su depósito.
En cuanto al Toyota GR Supra, en nada ha cambiado desde que fuera lanzada al mercado esta generación. Y tampoco es nada malo, porque este deportivo sigue causando furor a su paso. Más aún en este llamativo color Plasma Orange, combinado con unas sensacionales llantas forjadas de 19 pulgadas, las cuales se calzan con neumáticos Michelin Sport en medida 255/35 R19 delante y 275/35 R19 detrás. Por cierto, para diferenciar a un Toyota GR Supra manual de otro automático, solo tienes que fijarte en su emblema trasero. Y si el ‘Supra’ es de color rojo, es una criatura con tres pedales.
Un capricho que cuesta 74.200 euros
Actualmente te puedes hacer con uno de estos Toyota GR Supra Performance, que es como se llama, por unos módicos 74.200 euros. Para que lo tengas en cuenta, vienen a ser unos 12.000 euros más de lo que cuesta con el motor de dos litros y cambio automático. Sin duda alguna, diferencia más que justificada por el extra de potencia, así como por la singularidad del cambio manual de 6 velocidades, lo que convierte a este maravilla en uno de esos ‘rara avis’ que desgraciadamente están llamados a desaparecer, poniendo en grave riesgo la integridad de tu pie izquierdo.
