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Conducimos el nuevo DS7: distinción enchufable

No debe ser fácil para una marca que está empezando, como DS, acometer la actualización de su modelo estrella; y más cuando este supone casi la mitad de las ventas de la marca. En concreto, el DS7 copa el 42 por ciento de las operaciones que la marca de Stellantis ha realizado en su corta pero ya intensa historia.

Para seguir siendo líder en la marca y uno de los preferidos en su segmento entre los modelos premium, en DS han decidido retocar solo ligeramente su estrella. Lo más evidente es que pierde ese apellido Crossback que caracterízaba al primer DS 7. Pero eso es solo ‘fachada’, porque el cambio más profundo está en el concepto y en la apuesta por la sostenibilidad.

Sensaciones al volante del DS7

Con la versión más potente, el E-Tense 360 4×4 tenemos el primer contacto en la presentación internacional celebrada en Niza. El más deportivo de los DS7 no pierde nada en cuanto a suavidad o delicadeza respecto a sus hermamos. Al arrancar en modo eléctrico la suavidad es absoluta. Pero si activamos el modo Sport y pisamos con decisión el acelerador sale propulsado como un deportivo de carácter. La dirección entonces se endurece ligeramente -en los modos normales es muy suave- y también las suspensiones, aunque el confort es excelente. Además, en curva, la tracción total da mucha seguridad.

DS7

El siguiente en nuestra prueba es el E-Tense de 225 caballos y tracción total. Y nos vuelve encantar. Realmente es todavía más agradable de conducir, más progresivo y lineal y con prestaciones más que notables. No es necesaria más potencia, algo que solo demandarán los más dinámicos. Pero para el que busque suavidad, delicadeza y eficiencia máxima, sin duda esta es la mejor opción que ofrece la marca francesa.