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Comparativa Renault Clio dCi 90 Expression-Renault Captur dCi 90 Intens. Más que hermanos, competidores

Me cuentan, y me consta que es así, que a medida que se va reduciendo el tamaño y el precio de un coche la factura que luce gana importancia en la decisión final de compra. O sea, que en un SUV de lujo, por ejemplo, habrá quien considere «peccata minuta» un coste extra de 10.000 euros, pero si de utilitarios se trata una buena parte de los potenciales clientes no pasaría por alto 1.000 o, incluso, 500 euros de diferencia. Es por ello que empezaremos nuestro análisis comparativo en ese apartado esencial. La primera buena noticia es que Clio y Captur, cuando se combinan con el eficaz motor diésel de 90 caballos, permiten elegir entre cuatro acabados diferentes: Business, Expression, Technofeel y Dynamique en el primer caso, Life, Intens, Zen y Helly Hansen en el segundo. La segunda buena noticia es que Renault no se excede con los precios, de modo que tenemos un Clio Business dCi 90 por 16.615 euros y un Captur Life dCi 90 por 17.200 euros. Hay 585 euros entre uno y otro, pero la diferencia de coste entre Clio y Captur no es siempre la misma, como demuestran los protagonistas de estas páginas: es 1.425 euros más caro el Clio Expression que el Captur Intens. Además, conviene analizar de forma minuciosa el equipamiento que traen, pues el acabado Expression del Clio tiene MediaNav de serie -opcional por 300 euros en el Renault Captur Intens- pero deja como opciones la función de ahorro ECO Mode -61 euros-, las llantas de aleación -otros 350 euros- o los faros antiniebla y el quinto reposacabezas -conforman el Pack Seguridad, que cuesta 200 euros-, todos ellos elementos de serie en su «hermano» de tipo SUV. Igualándolos con los extras citados, el Clio Expression subiría a 17.886 euros y el Captur Intens, ya con navegador, ascendería hasta 19.000 euros exactos. Es decir, que la diferencia real ronda los 1.100 euros.

El tema económico se lo lleva el Clio

Pero hay una tercera buena noticia, y es que la firma del rombo aplica actualmente descuentos a las dos gamas: 1.400 al Clio y sólo 250 al Captur. Con ese último ingrediente obtenemos facturas aún más realistas, que dejan al Clio Expression dotado en opción de llantas de 16 pulgadas, ECO Mode y Pack Seguridad en 16.486 euros, y al Captur Intens dotado en opción de MediaNav en 18.750, lo que lleva la diferencia a 2.264 euros. Mucho dinero tratándose de utilitarios, pero el Captur, creado a partir del Clio, es «más coche» y encierra algunas sorpresas que le deben ayudar a recuperar terreno.

Carrocerías » Ocupan lo mismo

La altura extra del Captur sobre el Clio -casi 12 centímetros- le da un aspecto más voluminoso, pero estacionados sobre una plaza de garaje ambos ocupan casi lo mismo: el Clio mide 4,06 metros de largo por 1,73 de ancho y el Captur, 4,12 por 1,78. Es decir, que costará lo mismo aparcarlos, idea reforzada por un diámetro de giro calcado: 10,42 metros. Pero en el Captur vamos unos centímetros más arriba, y eso se agradece en ciudad por dos razones: conducimos con mejor «panorámica» y cuesta menos entrar y salir del coche. Todo cuenta.

En cuanto a espacio disponible, el Captur gana la partida, pero el Clio se defiende bien porque es uno de los utilitarios con más talla exterior, y eso se nota. En anchura interna empata con el Captur tanto delante como detrás, y el Clio tiene curiosamente mejor cota de altura al techo en la segunda fila: 91,5 centímetros, frente a los 89,5 del Captur. Éste, en cambio, tiene dos centímetros extra de altura en la parte delantera y cuenta con una banqueta posterior corredera -desplazable casi 16 centímetros- que permite modular el espacio dedicado a ocupantes y equipaje. Si lo llevamos completamente hacia atrás -será la posición habitual- disfrutamos de unos 6 centímetros más para las piernas de los pasajeros traseros -mejor dos que tres- que en el Clio, donde el espacio es justito -sólo 66 centímetros entre respaldos con un conductor de 1,75 al volante- y hay menos hueco para acoplar los pies.

Si abrimos el maletero tenemos que hablar «del bueno» y «del mejor». Porque buena capacidad son los 300 litros del Clio -285 tiene el Peugeot 208, 292 litros el Seat Ibiza y 280 el Volkswagen Polo-, pero ceden ante los 377 litros que ofrece el Captur, que ascenderán a 455 si avanzamos la segunda fila. Valores todos sin rueda de repuesto, un asequible elemento opcional en los dos coches de Renault.

Si en el exterior los diseñadores logran una notable diferenciación entre Clio y Captur -que cada cliente podrá reforzar gracias a las enormes posibilidades de personalización-, en el habitáculo se respira cierto aire de familia, aunque cada uno con sus detalles específicos. Destacaríamos la amplia guantera Easy Life de tipo cajón en el Captur -11 litros de volumen, frente a los 7 de la guantera convencional del Clio-, el diseño de las toberas de aireación centrales o la ubicación de las guanterillas supletorias: un hueco sin tapa a la izquierda del volante en el Clio y un espacio con tapa sobre la zona central del salpicadero del Captur. Los dos, en fin, brillan por su práctico interior.

Equipamiento » Correctos sin más

Del equipamiento ya hablamos al principio, pero insistiremos en ciertos detalles. Por ejemplo, que el Captur está mejor dotado en general, o que en el Clio contrasta la ausencia del reposacabezas central trasero -es una opción en toda la gama que obligará a invertir 200 euros extra- y de los elevalunas eléctricos posteriores con la presencia en el nivel Expression del navegador con pantalla táctil a color. Además, ni Clio ni Captur montan airbag de cortina, aunque los airbag laterales delanteros de tipo tórax/cabeza demostraron su eficacia en los choques laterales ensayados por EuroNCAP. Echamos de menos también en Clio Expression y Captur Intens el encendido automático de luces y el limpiaparabrisas con sensor de lluvia, ambos opcionales, o una instrumentación con más información, pues el control de la temperatura del refrigerante del motor se encomienda a un simple testigo. Pero hay ajuste de altura y profundidad en el volante -si queremos forro de cuero hay que pagarlo-, asiento del conductor regulable en altura, aire acondicionado o asistente de arranque en cuesta.

En lo que se refiere al acabado, nos ha gustado la sensación percibida en ambos, por más que los materiales no sean de primerísima calidad. Hay bastante plástico por todas partes, pero el moderno diseño del habitáculo ayuda a optimizar el resultado global. Puestos a pedir, querríamos que el Captur tuviese una terminación más esmerada que el Clio. Y no por capricho, sino porque el Captur tiene «pinta» de todocamino y presenta una altura libre -17 centímetros, por los 12 del Clio- que le permite salir del asfalto para afrontar caminos sencillitos. Nosotros lo hicimos y echamos en falta un poco más de consistencia, pues los ajustes no trasladan esa sensación de máxima solidez que sí hay en otros SUV de su talla.

Siguiendo en el terreno dinámico, decir que bajo el capó de ambos encontramos un viejo conocido: el turbodiésel 1.5 dCi de 90 CV, aunque en el caso de las versiones de caja manual -Clio y Captur también se ofrecen con el cambio automático EDC de doble embrague, que eleva el precio en torno a 1.500 euros (aquí tienes la prueba del Renault Captur 1.5 dCi 90 EDC)- se trata de la última evolución, dotada de la función de ahorro S&S, útil en ciudad. A sólo 1.750 vueltas ya entrega el par máximo, de 22,4 mkg, y aunque en frío suena más de lo esperado, en marcha es silencioso -más en el Captur, mejor aislado- y suave.

En lo que se refiere al consumo, la casa francesa homologa valores medios parecidos -3,5 l/100 km en el Clio y 3,6 en el Captur-, pero la realidad es tozuda y la lógica vence. Porque el «crossover» fabricado en Valladolid pesa 99 kilos más y tiene peor aerodinámica -el producto de la superficie frontal por el índice Cx es 0,67 en el Clio y 0,79 en el Captur-, de manera que da más trabajo a la mecánica… y gasta más. Los dos son austeros, pero de los 4,9 litros de media real registrados en el Clio -con ECO Mode opcional- a los 5,6 del Captur van 0,7 litros de gasóleo cada 100 kilómetros. Además, el lastre en forma de kilos y tamaño también pasa factura al Captur cuando medimos prestaciones; y eso que nuestra unidad se hallaba en un gran estado de forma que le llevó a mejorar 7 décimas la aceleración oficial: de 0 a 100 km/h empleó 12,4 segundos, por los 13,1 anunciados. Pero al Clio le cronometramos 11,9 segundos, y el utilitario aventaja a su derivado SUV sobre todo al recuperar velocidad en carretera; léase incorporaciones a una autovía o adelantamientos en vías de doble sentido: de 80 a 120 km/h en cuarta el Clio le saca más de un segundo al Captur, y la diferencia se va a casi cuatro si resolvemos la maniobra en quinta. Lo diremos de otra forma: el Clio va muy bien y da la sensación de montar el conjunto motor/cambio adecuado, mientras que en el Captur echaremos de menos alguna vez unos caballos extra -seguimos esperando tener un Renault Captur 1.5 dCi 110 CV-, o seis marchas en lugar de cinco.

En cuanto al comportamiento, muy bueno en ambos, nos ha gustado la dirección de los dos -aunque transmiten los baches con cierta claridad- y la estabilidad, especialmente la del Clio, muy ligero y con el centro de gravedad más bajo. En lo que respecta a los frenos, el Captur se detiene en distancias muy cortas -se agradecen ahí sus neumáticos más anchos-, pero los dos merecerían discos traseros en vez de tambores.