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Nissan Micra 1.5 dCi 90 Tekna. 25.000 kilómetros descubriendo mundo

La última parte de este maratón kilométrico con el nuevo Nissan Micra 1.5 dCi se ha dedicado casi exclusivamente a rodar en el entorno urbano, un escenario a la medida de un modelo que por su tamaño, consumo y facilidad de conducción se adapta como un guante a los peores atascos, las calles más estrechas o las plazas de aparcamiento más reducidas. Pero no hay que olvidar que veníamos de recorrer 20.000 kilómetros por carreteras de todo tipo de España, Andorra, Francia y Portugal. Es decir, que el Micra juega en casa cuando trata de batirse el cobre entre semáforos, callejuelas y ciclistas urbanos, pero está deseando saltar fuera de los muros de la gran ciudad y sus vias de circunvalación para emprender viajes cortos, desplazamientos intermedios o largos itinerarios de vacaciones. Y los últimos 5.000 kilómetros no han sido aburridos, ya que el coche se ha acercado en varias ocasiones a Galapagar, o ha viajado a Segovia y a Cáceres, pero sobre todo se ha quedado circulando por Madrid para someter a su desgaste lógico piezas y sistemas tan susceptibles de envejecer aceleradamente en ese exigente entorno como pueden ser los frenos, el embrague, el sistema Stop/Start, el motor de arranque, el cambio… O el motor, que en ciudad también sufre lo suyo. Y es en ese espacio, odiado por muchos y habitual de casi todos, donde comprobamos que el 1.5 dCi de 90 CV (100,4 caballos fueron los que dió en el banco) resulta agradable y progresivo. El turbo de este Micra es de geometría fija, sin embargo el módulo de control del motor (ECM) vigila la presión de sobrealimentación para adecuarla a las condiciones de conducción, mejorando la respuesta y compensando en parte la ausencia del más sofisticado y eficaz turbo de geometría variable.

Muchos de los que estén leyendo este artículo se preguntarán si comprar este Micra con motor diésel les supondría un problema en momentos de graves episodios de contaminación en las grandes ciudades. Y la respuesta es 'no', y no por una razón muy sencilla: el motor K9K Gen 5 cumple la normativa Euro 6b; y, para hacerlo, al anterior motor Euro 5 se le han añadido una serie de tecnologías que permiten que las emisiones se reduzcan considerablemente. Por ejemplo, un sistema de refrigeración y un sensor de temperatura a la válvula EGR, una trampa de partículas NOx que las acumula y las convierte periódicamente en nitrógeno mediante una inyección de combustible, también se han añadido varios sensores tanto en el filtro de partículas como en la trampa de NOx, o un sensor de presión antes del turbo. Y se ha modificado el sistema de gestión del anticongelante. El Micra está preparado para contaminar lo mínimo, pero hay que seguir algunas recomendaciones interesantes. Por ejemplo, el filtro de partículas no está especificado que tenga mantenimiento porque se regenera solo; sin embargo, si se realiza una conducción urbana sí conviene, de vez en cuando, salir a carretera y circular a 120 km/h, o apurar un poco las marchas para que ese filtro se regenere adecuadamente.

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Todos los probadores han resaltado el compromiso entre comodidad y estabilidad del Micra, y es que este modelo, fabricado en una planta de Renault en Francia, estrena la plataforma CMF-B, la cual acaban de estrenar los nuevos Renault Clio y Renault Captur. La nueva base implica nuevas suspensiones (sobre todo un eje torsional posterior de nueva factura) con un tren delantero más firme y un chasis puesto a punto por el Centro Técnico de Nissan en Barcelona. Y en este desarrollo toma un protagonismo clave el sistema de Control Inteligente de la Trazada, calibrado por los ingenieros José Luis del Villar y Ángel Fontanillo. Este control activo, cuyo objetivo es reducir el subviraje, funciona de cine en curvas cerradas y convierte al Micra en un modelo cómodo y con aplomo en ciudad y autopista, pero también en un coche divertido y seguro en carretera. Y también lleva de serie Control Inteligente de la Calzada, que con sutiles toques de freno limita las oscilaciones verticales de la carrocería en zonas muy bacheadas.

Cinco estrellas EuroNCAP

En el apartado de la seguridad, el nuevo Micra ha obtenido 5 estrellas EuroNCAP en esta versión Tekna (el resto de versiones obtuvo 4 estrellas) gracias al paquete de seguridad extra que lleva esta completa variante, y que se compone de Sistema Inteligente de Anticolisión Frontal (con detección de peatones), el Asistente de Luces en Carretera cortas/largas, el Control Inteligente de Cambio de Carril y el Reconocimiento de Señales de Tráfico. Aunque, en realidad, si repasamos la lista de sistemas de seguridad del Micra se puede decir, sin miedo a exagerar, que es el modelo más equipado de su clase y, por tanto, el más seguro.

Los consumos reales del Micra diésel en recorrido urbano se han mantenido en el entorno de los 6 litros cada 100 kilómetros, aunque en una de las mediciones, cuando se llevaban recorridos 18.000 kilómetros, esa cifra se redujo a los 5,5 l/100 km. La explicación a esta diferencia es que en nuestro recorrido por ciudad, en esa ocasión encontramos menos tráfico del habitual. En cualquier caso, el consumo del Micra de nuestra prueba de fiabilidad ha sido, con una cifra media de 5 litros cada 100 kilómetros, una de las más bajas en nuestras mediciones en tráfico real. Y eso que con los neumáticos de 17 pulgadas de serie en este acabado el consumo aumenta tres décimas respecto a otros acabados con rueda más pequeña: de 15 y 16 pulgadas.

También ha gustado mucho entre los probadores la eficacia de la frenada, sobre todo teniendo en cuenta que el coche lleva tambores traseros, normalmente menos eficaces. Pero el Micra ha empleado poco más de 51 metros para detenerse desde 120 km/h, una cifra muy buena, comparable con lo mejor del segmento.

Salvo un climatizador automático que nos ha desconcertado a menudo por su funcionamiento incierto, en general el Micra ha ido convenciendo cada vez más a medida que los probadores lo han ido conociendo a fondo y recorriendo kilómetros. Consumo, comportamiento, agrado y seguridad son los puntos fuertes del coche en opinión del equipo de pruebas. Un Micra que ya puede tutearse, sin complejos, con lo mejorcito del segmento.

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Las mejores fotos de nuestros probadores. Viajero del tiempo

El Nissan Micra de nuestra prueba de fiabilidad no ha viajado en el tiempo hasta el futuro, pero no ha parado de rodar ni un momento en el presente, y los numerosos probadores que se han dedicado a recorrer miles de kilómetros han dejado un rastro de fotos que lo demuestra. Y muchos de estos conductores han destacado en sus apuntes de viaje que el coche llama la atención allá por donde pasa, y que mucha gente pedía verlo por dentro. Estas reacciones del público son fruto de un exterior dinámico y deportivo, con un color llamativo y un interior muy original.

Banco de potencia: De los 90 caballos homologados a los 100,4 reales medidos

El Micra 1.5 dCi cuenta con uno de los motores más equilibrados y exitosos de la Alianza Renault Nissan, un propulsor que incluso fue elegido por Mercedes para montarlo en algunos de sus modelos, adaptado a los requerimientos de la marca alemana. Por eso no nos ha sorprendido mucho que un motor que en principio está homologado con una potencia máxima de 90 CV termine dando, al cabo de 25.000 kilómetros, nada menos que 100,4 CV. Aumento de potencia, aparejado al paso de los kilómetros, que ha sido progresivo. Y es que con 3.099 kilómetros el Micra 1.5 dCi dió ya 97,4 caballos en el Banco de Potencia de Bosch. Y en la última prueba, cuando el coche ya había recorrido 24.261 kilómetros, este magnífico motor ha rendido 73,9 kW, equivalentes a los ya citados 100,4 caballos.

Mecánica: Fiabilidad contrastada para un motor del que ya se han fabricado 15 millones

En 2016, las sinergias derivadas de la Alianza entre Renault y Nissan supusieron 5.000 millones de euros de ahorro, una cantidad que llega de la mano de compras comunes, fabricación o ingeniería. Y una buena muestra de estas sinergias se encuentran en el caso del Nissan Micra, que comparte con el Renault Clio el motor y un buen número de componentes; eso sí, adaptados a su personalidad. Por ejemplo, el motor es el K9K Gen5 común al Clio y también al Captur. Una mecánica de la que ya se han fabricado 15 millones de unidades desde 2001 (14,3 millones en Valladolid) y que monta hasta el Mercedes Clase A (un 30 por ciento de ese modelo se vende con una adaptación del K9K Gen5). Además, desde 2007 Nissan ha matriculado en España 268.513 unidades con motor K9K. Un propulsor de empuje solvente, gasto mínimo y mantenimiento muy reducido, ya que la correa de distribución se cambia cada 150.000 km o 6 años, y el aceite cada 30.000 km o 12 meses, lo que antes ocurra. Pero tras los 25.000 km del test, el Micra 1.5 dCi también ha demostrado que, además de poco combustible, gasta pocas ruedas, poco embrague, pocos discos o pocas pastillas de freno. Incluso a la hora de pasar la primera revisión el cliente tan sólo tendrá que pagar por ella 182,43 euros, incluído el IVA. Y a nuestro mecánico de guardia le gusta lo que ve tras subir el coche en el elevador por distribución y acceso a los elementos, protección de otros o situación y sujeción del cableado. Los desgastes han sido mínimos. Lástima que los sensores del climatizador automático no hayan estado a la altura del resto, obligando a regular a menudo la temperatura para no pasar calor.