¿Te ha pasado alguna vez que una tormenta inesperada te pilla en la carretera y, de repente, la visibilidad se reduce a cero? Durante una DANA, hay ráfagas de viento y la lluvia cae con tanta fuerza que los limpiaparabrisas no dan abasto, creando una película de agua que lo vuelve todo borroso. En ese momento, desearías tener un as bajo la manga para seguir viendo la carretera, ¿verdad?
Pues hay un «truco de la abuela» que se ha vuelto viral en redes sociales, y que mucha gente jura que funciona.
Un remedio casero para días de lluvia intensa

El truco es tan sencillo como coger una patata cruda, cortarla por la mitad y frotar todo el parabrisas. La teoría es que la patata crea una capa protectora en el cristal que impide que el agua se acumule y, en lugar de formar gotas que no te dejan ver, hace que se deslice por la superficie. En cuestión de segundos, la visibilidad debería mejorar de forma notable.
Lo sorprendente es que el truco funciona, al menos de manera temporal. La clave está en el almidón de la patata. Este compuesto tiene unas propiedades que reaccionan con el cristal. Sin embargo, aquí es donde la ciencia nos da una sorpresa. La creencia popular es que el almidón es hidrófobo, es decir, que repele el agua, igual que el aceite. Pero esto no es del todo cierto.
El almidón, de hecho, es hidrófilo, por lo que, en lugar de repeler el agua, la atrae. Al frotar la patata, las moléculas de almidón se adhieren al cristal y, cuando entra en contacto con la lluvia, como cuando llega una DANA, la atraen y la extienden por toda la superficie. En vez de gotas grandes que distorsionan tu visión, lo que obtienes es una fina capa de agua que te permite ver con mayor claridad. Es un efecto similar al de cuando la superficie del cristal está muy mojada y el agua se desliza en una lámina. Es una solución de emergencia, sí, pero no es la panacea.
Posibles inconvenientes de esta solución casera

Aunque el truco puede sacarte de un apuro en una situación límite, como cualquier remedio casero, tiene sus desventajas. El principal problema es que la duración de este efecto es muy corta. El agua de la lluvia, junto con el movimiento de los limpiaparabrisas, borra la capa de almidón, y en cuestión de minutos el cristal volverá a su estado original.
Otro inconveniente es el residuo. El almidón, al secarse, deja una película blanquecina en el cristal. Esta película no solo es antiestética, sino que puede convertirse en un problema mayor que el inicial. Por la noche, con la luz de los coches que vienen de frente, este residuo puede crear reflejos y destellos que te deslumbren y, en lugar de ayudarte, te dificulten aún más la visión.
Consejos para conducir en plena DANA

Más allá de cualquier truco, la mejor herramienta que tienes para enfrentarte a la lluvia intensa es la precaución y el sentido común. Los expertos en seguridad vial insisten en algunos puntos clave que recordar si te encuentras en una situación de riesgo por lluvia o tormenta como una DANA
Lo primero, reduce la velocidad. Al disminuir la velocidad, le das más tiempo a los neumáticos para evacuar el agua y minimizas el riesgo de sufrir aquaplaning. Aumenta la distancia de seguridad con el coche de delante; en mojado, la distancia de frenado se duplica. Si sueles dejar una distancia de 2 segundos, con DANA deberías dejar al menos 4.
Asegúrate de que tus neumáticos están en buen estado y con la presión adecuada. Un dibujo desgastado no puede evacuar el agua correctamente. Revisa que tus limpiaparabrisas funcionen bien y que las escobillas no estén agrietadas o secas. Y, por supuesto, enciende las luces de cruce. Si la visibilidad es muy mala, enciende también las luces antiniebla delanteras, pero recuerda apagarlas cuando la visibilidad mejore para no deslumbrar a los demás conductores.
Los trucos caseros pueden ser de ayuda en situaciones extremas, pero la seguridad siempre debe ser tu prioridad. Conducir con precaución, tener el coche a punto y usar los productos adecuados son los mejores trucos que existen si te encuentras una DANA durante el viaje.