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El truco infalible para saber si se te ha pinchado una rueda

¿No te ha pasado nunca? Si es así no sabes lo afortunado que eres… Sufrir un pinchazo es una mala experiencia a la que casi todos los conductores se enfrentan una vez en la vida. Los neumáticos, al estar siempre en contacto con el asfalto, tienen esto. Sufrir daños al circular por ciertas zonas más deterioradas, tener la mala fortuna de pasar sobre un clavo o, tan solo, fruto de un mal mantenimiento… Da igual. Todo aquel al que se le ha pinchado una rueda ha pasado por esta especie de odisea.

El percance, además, suele terminar con una costosa visita al taller. Por no hablar de la pérdida de tiempo y dinero que supone. Pero quizás, si has optado por el plan más económico, a lo mejor has podido percatarte de que arreglar un neumático pinchado no tiene por qué ser un trabajo difícil, ni mucho menos.

¿Cómo podemos arreglar el neumático si ha pinchado?

Lo más importante es localizar el pinchazo y saber por qué se ha producido. Suele ser común encontrar rápidamente algún clavo o tornillo incrustado en la banda de rodadura. Por ende, debes tener la herramienta adecuada para retirar el objeto que ha generado la avería e introducir el tapón o “churro” –denominación popular de este elemento– con el que hay que repararlo.

Es necesario recalcar que si el desperfecto ha dañado una rueda delantera, lo normal es que no te veas obligado a quitarla del coche. En la trasera, ya todo dependerá de si logras tener buen acceso o no a la misma. Si tienes margen de maniobra, te ahorrarás muchos minutos si no tienes que retirarla, pero la opción más segura siempre va a ser sacar la llanta para trabajar cómodamente. ¿Y qué pasa si el pinchazo no es tan fácil de detectar? Te lo contamos a continuación.

pinchazo