La llegada del Skoda Superb Combi ha dado un nuevo impulso a este tipo de carrocerías familiares, algo en lo que también ha colaborado su ‘mellizo’, el Volkswagen Passat Variant. Cabe recordar que el icónico modelo alemán dejó atrás la clásica silueta sedán para quedarse únicamente con la familiar; sin embargo, la marca checa mantiene las dos posibilidades, sin duda un punto a su favor.
Tradicionalmente, en España hemos sido bastante reacios a este tipo de carrocerías frente a las tradicionales berlinas, a pesar de todas las ventajas que ofrecen. Y aunque esta tendencia ha ido cambiando con el paso de los años, la llegada de los SUV ha supuesto otro importante parón. Si eres de los que sigues defendiendo los turismos tradicionales respecto, no te pierdas las siguientes líneas.
El Skoda Superb siempre ha ido por libre
La marca checa siempre se ha caracterizado por una curiosa combinación de productos prácticos y, a veces, un tanto disruptivos; el principal ejemplo lo tenemos en el Superb. Basta con echar un vistazo a la historia para encontrarnos soluciones tan peculiares como el maletero con dos sistemas de acceso (tapa o portón) de la segunda generación. Lo cierto es que no tuvo mucho éxito, pues esta peculiar solución condicionaba el diseño. En la tercera generación se apostó por la estética, aunque sin olvidar la practicidad al mantener el portón de acceso al maletero, una solución poco común en modelos de su tamaño.
En la quinta generación nos encontramos con un modelo que, por longitud (4,90 metros en el Combi) se posiciona muy cerca de los familiares Premium del segmento E; por ejemplo, un Mercedes Clase E Estate mide 4,95 metros, lo mismo que un Volvo V90 y un Audi A6 Avant. De hecho, por encima sólo está el BMW Serie 5 Touring, que en esta generación ha superado la barrera de los 5 metros (5,06 metros, para ser exactos).
En lo que respecta a la capacidad del maletero, el Skoda Superb Combi, junto con el Passat Variant, barren a la competencia. Ambos ofrecen 690 litros, muy por delante del resto. De hecho, si hacemos un ranking de maleteros en familiares, el segundo es… el Skoda Octavia Combi, con 640 litros. El Mercedes Clase E Estate se queda en 615 litros, mientras que el BMW Serie 5 Touring no saca partida de su mayor longitud y se queda en 570 litros.
Lo más curioso de todo es que a la hora de medir el espacio para las piernas en las plazas traseras, la dupla Superb-Passat también sale victoriosa. En este caso, hay una explicación sencilla, y es que mientras los familiares alemanes están construidos sobre una plataforma con motor longitudinal, el Skoda y el VW tienen la mecánica en posición transversal, lo que supone un importante ahorro de espacio. En este sentido, el que peor parado sale es el Volvo V90, pues cuenta con motor transversal pero no destaca ni en espacio para las piernas ni en maletero (560 litros).
¿Y qué pasa con el resto de alternativas?
Lo cierto es que hay pocos modelos comparables al Skoda Superb Combi en su entorno de tamaño si salimos del segmento Premium. Por longitud, el siguiente escalón lo ocupa el Subaru Outback (4,87 metros), que tiene un planteamiento más aventurero, al estilo del Superb Scout de la anterior generación. Después aparece el Mazda6 Wagon (4,81 metros), una opción muy interesante por calidad., aunque su oferta mecánica es bastante reducida (sólo dos opciones de gasolina).
Por debajo de los 4,80 metros ya entraríamos en el segmento inferior, donde milita el Skoda Octavia Combi (4,69 metros) y donde encontramos modelos como el Peugeot 508 SW o el Volvo V60. Curiosamente, salvo el Octavia, ninguno destaca por capacidad de maletero; si es una prioridad, hay que fijarse en alternativas como el Ford Focus Sportbreak (635 litros) o el Kia Ceed Tourer (625 litros). Eso sí, en estos el espacio en las plazas traseras es inferior, resultando poco aptos para tres ocupantes.
