«Anticipación y suavidad, esta es la norma básica para circular en condiciones adversas». Esta es la regla de oro que aplica Jordi Gené para conducir sobre nieve. El piloto y experto en conducción ha viajado hasta Innsbruck, en Austria, a bordo de un Seat León X-Perience con tracción integral 4Drive para mostrarnos cómo se debe conducir cuando la superficie es deslizante y el tiempo no acompaña.
Para bajar un puerto de montaña aconseja usar el freno motor, tanto en verano como en invierno. «En pendientes, conducir con marchas cortas ayudará a manejar el vehículo y los frenos se resentirán menos», comenta.
Otra norma básica al circular sobre nieve es fijarse bien en las zonas de sombra, donde pueden aparecer placas de hielo. Si nos encontramos con una, el piloto recomienda «mantener la calma y no hacer maniobras bruscas. Mover el volante con la máxima suavidad posible y pisar el freno ligeramente hasta que se rebase el hielo y el coche vuelva a ganar adherencia».
Las luces y el aparcamiento
Hacer un buen uso de los faros antiniebla también es importante. Solo se deben utilizar cuando hay escasa visibilidad, ya que «pueden deslumbrar al resto de conductores si no se utilizan correctamente».
Por último, para aparcar, Gené recuerda que siempre se debe dejar el coche en posición 'P', de parking, si es automático, y en punto muerto o primera, si es un coche con marchas. Si aparcamos en el exterior, el piloto aconseja»levantar las escobillas de los limpiaparabrisas para que no se queden pegados al cristal si cae una nevada o bajan bruscamente las temperaturas».
Por supuesto, antes de iniciar el viaje es importante revisar que el vehículo se encuentra en condiciones adecuadas y disponer de cadenas.
