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Seat prueba sus vehículos en las condiciones más extremas sin salir de Martorell

Seat está trabajando para garantizar las mejores prestaciones en las situaciones más extremas, pasando de -40 grados a +60 en pocos minutos y sin moverse más de 10 metros. Para ello, la firma española cuenta con uno de los centros de pruebas más avanzado del sur de Europa, con cámaras climáticas.

A -40 grados, Vicente Sancho, ingeniero del Centro de Motores de Seat, se prepara para probar la reacción del motor electrificado del León e-Hybrid. «Queremos comprobar en cuánto tiempo un motor eléctrico o híbrido es capaz de descongelar un parabrisas completamente cubierto de hielo». Primero, el coche ha estado aclimatándose dentro de la cámara durante unas 10 horas. Más tarde, lo han rociado con agua, que se ha convertido en hielo. Posteriormente, se ha conectado la climatización y, antes de 20 minutos, la capa de hielo del parabrisas que impedía la visión desaparece.

Motor16

A +60 grados, unos ventiladores gigantes calientan el habitáculo y unos paneles de luz generan la misma intensidad que encontraríamos estando bajo el sol del desierto. «Este tipo de pruebas son necesarias para comprobar la resistencia de todos los componentes al calor extremo. También es importante verificar la capacidad de resistencia a los rayos ultravioletas que genera el sol, y así garantizar la calidad tanto en pinturas como en otros elementos», ha asegurado Vicente Sancho.

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Además, las pruebas de altura también son un punto clave. «Algunos conductores puede que no se planteen llegar a los 5.000 metros con sus vehículos, pero en países como México es imprescindible.

El centro de pruebas de motores de Martorell cuenta además con nueve bancos multienergía donde testan cualquier tipo de motor con el foco en la electrificación.