En Francia, un grupo de propietarios afectados por los problemas de fiabilidad del motor 1.2 TCe de Renault tienen la intención de presentar una denuncia penal contra el fabricante de automóviles francés. Dicha denuncia podría ser presentada en los tribunales la próxima semana, alegando que una enorme cantidad de vehículos de la firma del rombo tiene motores defectuosos.
En realidad no son solo los clientes de Renault los perjudicados por este problema, que también afecta a un buen número de modelos de Nissan y Dacia. Concretamente se habla de aproximadamente unos 400.000 vehículos equipados con el motor 1.2 TCe, que fueron fabricados en Europa entre los años 2012 y 2016. Y es que ahora la compañía del rombo ha confirmado un consumo excesivo de aceite, aunque no ha emitido ninguna campaña a revisión, alegando que ese ‘defecto’ no compromete la seguridad.
Hay unos 400.000 vehículos del Grupo Renault afectados
De esos 400.000 vehículos afectados, se dice que unos 133.050 circulan por las carreteras de Francia, donde se va a interponer dicha denuncia penal. Denuncia ‘en nombre de al menos varias decenas de personas’ ante el tribunal penal de Nanterre. El abogado de estos clientes afectados, Christophe Leguevaques, dijo a Reuters que la denuncia alegará “engaño agravado, prácticas comerciales cuestionables”, así como “fraude” y “poner en peligro la vida de otros”. Sin embargo, serán los fiscales quienes van a tener la última palabra sobre si es necesario abrir o no una investigación formal.
Se ha confirmado un problema con el consumo de aceite
Un portavoz de Renault dice que el fabricante de automóviles ha estado ofreciendo soporte técnico y ayuda financiera a las personas afectadas por el problema con su motor 1.2 TCe. Por su parte Nissan también está haciendo lo mismo que la firma del rombo, señalando que está «apoyando a cualquier cliente que pueda experimentar ruido en el motor, fallos de encendido, baja potencia o consumo excesivo de aceite bajo nuestras políticas de garantía y atención al cliente».
Leguevaques dice que la decisión de llevar el asunto a la justicia penal se produce después de discusiones infructuosas entre Renault y los demandantes de los motores defectuosos. Veremos en que queda todo.
