En la actualidad, la Dirección General de Tráfico (DGT) utiliza diversos recursos y tecnologías para evitar y penalizar los incumplimientos a la normativa en materia de tráfico y seguridad vial.
Una de estas herramientas son los radares invisibles, que escanean la matrícula de los vehículos y detectan si estos superan los límites de velocidad permitidos en la vía. Estas sanciones son muy comunes en los pueblos y carreteras y, por ello, hay que conocer cómo funcionan y cómo evitar ser multados.
7¿Qué otros sistemas de control de velocidad utiliza la DGT?
Además de los radares invisibles, la DGT utiliza otros sistemas para controlar la velocidad de los vehículos en España. Entre los sistemas más utilizados se encuentran los denominados radares fijos, semaforizados y trampa.
Estos últimos se trata de sistemas de medición de velocidad que polígonos inversos. Si un vehículo conduce por encima del límite de velocidad establecido (entre 10 y 15 km/h en función del punto exacto de control). Esto genera una sanción que solo se ve reflejada como una multa una vez que el vehículo sale del punto de control.
Los radares fijos son aquellos dispositivos que se ubican a un lado del camino, normalmente, acompañados por un cartel o señal de advertencia. Estos radares detectan los límites excedidos y envían inmediatamente una multa al conductor cuando detectan la matrícula del vehículo.
Finalmente, están los semaforizados. Estos radares son los más simples de detectar, ya que se encuentran instalados en los semáforos de un cruce. Estos sistemas detectan todos los límites excedidos, tanto de velocidad como de paso de los semáforos en rojo. Por lo tanto, la mejor forma de prevenir una sanción es respetar el límite de velocidad y los semáforos en rojo.