¿Alguna vez has vuelto de un día de playa con el coche lleno de arena y te has preguntado cómo demonios vas a quitarla toda? Ese brillo de felicidad playera puede desvanecerse muy rápido al ver el rastro de la arena en cada rincón, y lo peor es que limpiarlo mal puede causar daños irreparables.
Pero existe un método infalible para dejar tu coche como si nunca hubiera pisado la costa, sin arañazos ni sorpresas desagradables. Presta atención, porque lo que vas a leer podría salvar la tapicería, la pintura y otros elementos de tu compañero vehículo después de disfrutar de un día de playa.
Un enemigo silencioso (y abrasivo)

A simple vista, la arena de la playa parece inofensiva. Pequeños granitos dorados que nos recuerdan las olas y el sol. Sin embargo, para tu coche son como minúsculas lijas. Están compuestas principalmente por sílice, un material muy duro que, al rozar contra superficies delicadas de tu coche como la pintura exterior, los plásticos del salpicadero o la tapicería de los asientos, puede provocar microarañazos, desgaste prematuro y daños irreversibles.
Y no solo es la arena, ya que el salitre es otro gran enemigo. Favorece la corrosión y puede carcomer la carrocería, dañar elementos metálicos e incluso afectar a partes importantes como el sistema de frenos o los amortiguadores si no se elimina a tiempo. Por eso, una limpieza correcta y a fondo es una necesidad.
Lo que nunca debes hacer

Antes de empezar a limpiar, es importante que sepas los errores comunes que la gente comete y que pueden salirte muy caros.
El primero y más extendido: frotar la arena con una bayeta, trapo o esponja, especialmente en el interior. Aunque parezca lo más lógico para quitar la suciedad, la arena, al ser arrastrada por el tejido, actúa como un abrasivo. Es como si estuvieras pasando papel de lija fino sobre tus asientos de tela o cuero, o sobre la pintura de la carrocería. Esto causa microarañazos que van opacando el brillo y deteriorando los materiales con el tiempo. Lo mismo ocurre con los plásticos del interior; un simple paño puede esparcir la arena y dejar marcas.
Otro error fatal es usar rodillos de lavado automáticos con cerdas de plástico si tu coche está lleno de arena. Si no has eliminado la mayor parte de la arena antes, esas cerdas arrastrarán los granos contra la pintura, causando arañazos profundos y visibles. Opta siempre por lavados a presión o, mejor aún, hazlo tú mismo siguiendo estos pasos.
Sin piedad con la arena, pero con mimo con tu coche

La clave para una limpieza eficaz es la secuencia. No es lo mismo empezar por dentro que por fuera, ni aplicar agua antes que aire. Sigue estos pasos y verás la diferencia:
Para el exterior de tu coche, usa aire a presión. Puedes ir a una gasolinera que tenga un compresor de aire o, si tienes uno en casa, incluso un hinchador de colchones puede servir si es potente.
Dirige el chorro de aire por toda la carrocería, prestando especial atención a las ranuras, los bajos, los pasos de rueda y cualquier recoveco donde la arena pueda esconderse. El objetivo es que la mayor cantidad posible de arena se desprenda.
Una vez que has eliminado la arena suelta, es el momento de la ducha. Usa agua a presión, preferiblemente en un lavadero donde puedas controlar el chorro. Empieza desde arriba y ve bajando, cubriendo toda la superficie del coche. El agua a presión se encargará de arrastrar los granos de arena que siguen adheridos y el salitre.
Recuerda no frotar, por lo menos en esta fase inicial. La presión del agua es suficiente para eliminar los restos sin necesidad de esponjas que puedan arrastrar la arena y causar daños. Si el coche está muy sucio, puedes usar un champú específico para coches y una esponja o un guante de microfibra, pero siempre con mucha agua y asegurándote de que no queden granos de arena atrapados en la esponja. Además, no dejes de pasar el chorro por los bajos. Asegúrate de darle un buen repaso con agua a presión.
Una vez lavado, el secado también es importante para evitar marcas de agua o que el polvo se adhiera con rapidez. Usa toallas de microfibra limpias y secas. Absorben el agua sin dejar pelusa y son suaves con la pintura. Pasa la toalla con movimientos suaves, sin ejercer demasiada presión, y verás cómo tu coche recupera su brillo.
El interior libre de arena

Ahora que el exterior está impecable, es hora de enfrentarse al verdadero desafío: el interior.
Lo primero es sacar todas las alfombrillas. Sacúdelas lejos del vehículo para quitar la mayor parte de la arena. Si están muy incrustadas, puedes golpearlas contra el suelo.
Luego, si es posible, abre todas las puertas y las ventanillas del coche para crear una corriente de aire y que la arena que está más suelta pueda salir volando. Algunas personas usan una pistola de aire comprimido para soplar la arena de las esquinas y debajo de los asientos, pero ten cuidado de no levantar demasiado polvo que luego se asiente en otras superficies.
Usa una aspiradora potente. Empieza por las alfombrillas que sacudiste, aspirando cada rincón hasta que no quede ni un grano. Luego, pasa a la tapicería. Aquí es donde entra en juego la paciencia y la precisión. Aspira con cuidado todas las costuras, los pliegues y debajo de los asientos. Si tienes una boquilla estrecha, úsala para llegar a esos huecos.
Y no te olvides del maletero. Si has transportado sillas, sombrillas o neveras, es muy probable que la arena haya hecho acto de presencia allí también. Aspira a conciencia.
Una vez aspirado todo, es el momento de limpiar las superficies duras. Usa un paño de microfibra limpio y algo húmedo y pásalo por el salpicadero, la consola central, los paneles de las puertas y cualquier otra superficie de plástico o vinilo. Esto eliminará el polvo que se haya levantado durante el aspirado y cualquier resto de suciedad.
Para los cristales, utiliza un limpiacristales específico y un paño de microfibra limpio para evitar manchas y mejorar la visibilidad. Limpia tanto el interior como el exterior.
Eliminar la arena de la playa de tu coche no tiene por qué ser una pesadilla ni una sentencia de muerte para su interior. Con paciencia adecuada, buenas herramientas y las técnicas que evitan daños, podrás mantener tu vehículo impecable y listo para la próxima escapada.