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¿Qué es un motor atmosférico?

En el mundo del automovilismo y la ingeniería, hay conceptos que a menudo pasan inadvertidos para el gran público, y uno de ellos es el motor atmosférico, una mecánica que no por veterana deja de ser todavía relevante en el sector de los automóviles. A diferencia de los motores turboalimentados que dominan el mercado en la actualidad, los motores atmosféricos tienen una relación muy directa entre la aceleración del conductor y la respuesta del motor, un rasgo que los puristas del volante saben apreciar.

A continuación, desglosaremos en profundidad qué significa este término que es, sin duda, más que un simple dato técnico en la ficha de un vehículo.

EL ABC DEL MOTOR ATMOSFÉRICO

EL ABC DEL MOTOR ATMOSFÉRICO

Cuando hablamos de un motor atmosférico, nos referimos al tipo de motor de combustión interna que aspira aire del exterior sin asistencia de sistemas forzados como los turbocompresores o compresores. Este aire se mezcla con el combustible y se quema dentro de los cilindros para producir movimiento. Lo característico de estos motores es que la cantidad de aire que ingresa está limitada únicamente por la capacidad de sus válvulas y el régimen de giro del propio motor, es decir, su «respiración» depende de la atmósfera, de ahí su nombre.

La ausencia de elementos como el turbo tiene una consecuencia directa en la forma en que estos motores entregan la potencia. Al no contar con el «empujón» adicional que proporcionan los turbos, los motores atmosféricos ofrecen una entrega de potencia más lineal y progresiva. Esto es a menudo sinónimo de una mayor fiabilidad y simplicidad mecánica, ya que al haber menos componentes implicados, hay menos posibilidad de averías relacionadas con sistemas de sobrealimentación.

Otro aspecto que diferencia a los motores atmosféricos es su sonido. Al no tener el sonido del aire siendo comprimido por un turbo, muchos entusiastas del motor consideran que tienen un tono más puro y distinguido, especialmente a altas revoluciones. Esta es una de las razones por las cuales todavía son preferidos en ciertos deportivos y vehículos de alto rendimiento donde la experiencia sonora es parte de la emoción de conducir.

A pesar de ser una tecnología más antigua, no se puede negar el encanto particular que girar el volante de un coche con un motor de estas características puede generar. La respuesta inmediata y el control que se siente al acelerar no pueden ser replicados fácilmente por motores con ayuda de sistemas de sobrealimentación, y esto halaga los sentidos del conductor más purista.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS FRENTE A OTROS MOTORES

Examinando las ventajas de un motor atmosférico, encontramos que la respuesta inmediata y la linealidad ya mencionadas, suman puntos a su favor para aquellos que buscan una conducción más «analógica». Además, estos motores tienen generalmente unos costes de mantenimiento inferiores en comparación con sus equivalentes turbo porque hay menos partes móviles y menos componentes sometidos a altas presiones y temperaturas, lo que se traduce en una mayor durabilidad.

Por otro lado, una de las principales críticas a estos motores es que suelen ofrecer menos par motor a bajas y medias revoluciones en comparación con los motores turboalimentados. Esto puede traducirse en que parezcan menos «vivos» o potentes durante la conducción diaria, especialmente en situaciones como adelantamientos o subidas pronunciadas.

En cuanto a la eficiencia, los motores atmosféricos tienden a ser menos eficientes en comparación con los modernos motores turbo, ya que no aprovechan de la misma manera la energía generada en la combustión. Esto se traduce en consumos de combustible generalmente más altos, y por extensión, mayores emisiones de CO2.

Sin embargo, para el entusiasta del motor, estas desventajas pueden verse compensadas por la pureza de la experiencia de conducción que ofrecen. En el mundo de los coches deportivos, por ejemplo, la capacidad de un motor de girar a altas revoluciones proporciona no solo una sensación de empuje más fuerte sino también ese sonido embriagador que a tantos aficionados al motor les enamora.

CÓMO SE POSICIONAN EN LA ERA ECOLÓGICA

CÓMO SE POSICIONAN EN LA ERA ECOLÓGICA

La industria automotriz está en pleno cambio con la transición hacia los vehículos eléctricos y la reducción de emisiones de gases contaminantes. En este contexto, los motores atmosféricos tienen un futuro incierto, aunque no necesariamente apagado. Es verdad que, debido a su menor eficiencia energética y mayores emisiones en relación con los motores de inducción forzada, los atmosféricos tienen un reto considerable en la era de la sostenibilidad medioambiental.

No obstante, están emergiendo soluciones técnicas y avances en materiales y combustibles que podrían alargar la vida de estos motores. Por ejemplo, la utilización de combustibles sintéticos o el mejoramiento de la tecnología de inyección directa pueden mantener a los motores atmosféricos en la carrera por un futuro más verde.

Además, en el segmento de vehículos de alta gama y deportivos, estos motores siguen teniendo una especie de estatus de culto, por lo que no es descabellado pensar que fabricantes de coches deportivos especiales sigan ofreciendo modelos con motores atmosféricos, aunque sea en ediciones limitadas o como opciones para los más nostálgicos.

SIN TURBO, PERO ¿CÓMO RINDEN EN CIRCUITO?

Un aspecto sumamente interesante que merece análisis es el comportamiento de los motores atmosféricos dentro del ámbito competitivo, concretamente en circuito. Aunque uno podría pensar que la ausencia de un turbo supone una desventaja en términos de rendimiento puro, la realidad es que, en determinadas circunstancias, pueden ofrecer una actuación más que notable. El control preciso del acelerador y la previsibilidad de su entrega de potencia hacen que estos motores sean ideales para los pilotos que buscan precisión al límite y una comunicación directa con la mecánica de su vehículo.

La entrega de potencia progresiva de los motores atmosféricos permite a los conductores exprimir al máximo el coche en cada curva del circuito, optimizando el trazado y manteniendo la velocidad en las salidas de las curvas. Esto se traduce en una experiencia de conducción que muchos profesionales valoran, ya que permite ajustes milimétricos en situaciones que requieren de un tacto exquisito sobre el pedal del acelerador.

En este sentido, la durabilidad y confiabilidad que proporcionan estos motores son cruciales. En un entorno de competición, donde cada componente está al límite, saber que el motor no fallará por estar expuesto a presiones extremas brinda tranquilidad a los equipos. Además, la posibilidad de llevar el motor a altas revoluciones sin la preocupación de alcanzar el límite del turbo confiere una ventaja en situaciones donde el régimen alto es constante.

Es verdad que los avances en la tecnología turboalimentada han permitido que estos estén presentes en la alta competición, pero aún podemos ver ejemplos de competiciones y categorías donde los motores atmosféricos son la norma debido a su naturaleza confiable y consistente, aspectos vitales en el mundo de la velocidad.

ADECUACIÓN A DIFERENTES TIPOS DE VEHÍCULOS

ADECUACIÓN A DIFERENTES TIPOS DE VEHÍCULOS

Además de los deportivos y los coches de carreras, es interesante pensar en cómo se adaptan los motores atmosféricos a diferentes tipos de vehículos y usos. Por ejemplo, en el sector de los todoterrenos y vehículos SUV (Sport Utility Vehicles), la capacidad de ofrecer fuerza y robustez sin complejidades adicionales es altamente valorada. Aquí, un motor turbocompuesto no siempre es la mejor opción; un motor atmosférico puede ser más adecuado al propiciar una conducción sin sorpresas y una mejor respuesta frente a condiciones adversas y terrenos difíciles.

Asimismo, en los segmentos de entrada y vehículos urbanos, donde la simplicidad y la economía de mantenimiento son prioritarias, los motores atmosféricos siguen teniendo una relevancia significativa. Para los usuarios que buscan menos complicaciones y un coste total de propiedad reducido, la elección de un motor atmosférico es muchas veces la más sensata. Aunque no brinden la misma eficiencia de combustible que algunos motores turbo de tamaño reducido, la facilidad de mantenimiento y la durabilidad se pueden convertir en un ahorro a largo plazo.

Este tipo de motor también se muestra valioso en aplicaciones que requieren una gran fiabilidad y en las cuales es esencial minimizar el tiempo de inactividad debido a reparaciones, como ocurre con algunos vehículos industriales o comerciales. La capacidad de realizar reparaciones simples en el campo sin necesidad de equipos especializados o repuestos complejos es aún otra ventaja que estos motores pueden ofrecer en tales escenarios.

INNOVACIONES Y DESARROLLOS RECIENTES

Finalmente, sería incorrecto asumir que los motores atmosféricos son una tecnología estancada. Mientras el foco de la innovación suele estar en las tecnologías de sobrealimentación o en la electrificación, los ingenieros continúan avanzando en el desarrollo de los motores atmosféricos. Las mejoras en la eficiencia de la combustión y los avances en los sistemas de gestión de motores y materiales permiten que los motores atmosféricos mantengan su relevancia.

Por ejemplo, los sistemas de distribución variable y las técnicas de forjado y construcción ligera de componentes mejoran el rendimiento y la eficiencia de estos motores tradicionales. Además, la investigación en combustibles alternativos ofrece la posibilidad de reducir su huella ambiental sin necesidad de recurrir a la sobrealimentación.

En el futuro, podríamos ver cómo las tecnologías híbridas toman elementos de los motores atmosféricos, combinándolos con asistencia eléctrica para ofrecer una experiencia de conducción mejorada, junto con los beneficios de una mejor economía de combustible y menores emisiones. La hibridación es una tendencia en ascenso y podría ser la clave para que estos motores tradicionales continúen siendo una opción viable en un mercado cada vez más verde.

En conclusión, los motores atmosféricos no solo han sido la columna vertebral en el desarrollo del automóvil moderno, sino que también han dejado una marca indeleble en la cultura automovilística. A pesar de las presiones por una mayor eficiencia y estrictas regulaciones ambientales, su legado y su característica entrega de potencia siguen siendo sinónimos de pureza y emoción al volante. Sin duda, es una tecnología que aún tiene mucho camino por recorrer, adaptándose y evolucionando junto con los cambios que la industria y los consumidores demandan.