La carta abierta que desde AUGC, como representantes de los agentes de la agrupación de trafico de la Guardia Civil, resulta ser toda una declaración de intenciones.
Como respuesta a la inactividad de sus dirigentes frente a las constantes reclamaciones que durante años se vienen haciendo con referencia a la equiparación, en cuanto a derechos laborales se refiere, y en contraposición con las condiciones que disfrutan otros empleados de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, como son las policías autonómicas y las policías locales, este colectivo se manifiesta abiertamente, arremetiendo directamente contra el Ministerio de Interior y la propia Dirección General de trafico, encabezadas por el ministro Marlaska y Pere Navarro, respectivamente.
1Una carta directa e inusual de la Guardia Civil
En un primer párrafo declamatorio, los interesados abogan por sustituir los medios represores ante ciertas infracciones, por los pedagógicos, justificando que la cantidad de multas es inoperante, pudiendo resultar mas eficaz la educación que ellos pueden impartir desde la amonestación. Y dicen: » Vamos a continuar velando en las carreteras y vigilando la seguridad de los habitantes, pero tenemos el firme convencimiento de que el método para lograr esa seguridad no son las denuncias. Por ello, entre otros motivos, estamos valorando la realización de una campaña para concienciar a los ciudadanos sobre determinadas infracciones, dejando en segundo plano la opresión».
Al tiempo, destacan la implicación de las multas en sus retribuciones y la presión que estos objetivos marcan en sus jornadas de trabajo, lo que no deja lugar a dudas de que en muchas ocasiones se modifican códigos, reglamentos y se dotan de aparatos, con la finalidad recaudatoria que desde muchos colectivos, especialmente del transporte, se acusa al gobierno y sus responsables.