El patinete eléctrico se ha convertido en uno de los mejores aliados para solventar los atascos en las grandes ciudades. Muestra de ello es que un estudio llevado a cabo en 2021 aseguraba que a finales de 2019 ya había por España más de 20.000 de estos medios de transporte en circulación. A ellos había que sumar más de 5.000 unidades a nombre de empresas de alquiler.
En todo este tiempo esa cifra no ha hecho más que crecer. Tanto que el patinete eléctrico ya supone más del 60% de la cuota de mercado de los llamados ‘vehículos verdes’.
Un medio de transporte ideal. Son ligeros, asequibles, sencillos de conducir, fáciles de mantener y ofrecer unas prestaciones perfectas para las grandes ciudades. Ahora bien, lo que mucha gente no sabe es que también tienen sus riesgos.
1Tu patinete eléctrico entraña ciertos riesgos
Como riesgo no solo tenemos en cuenta el hecho de que el patinete eléctrico puede darnos un susto y sufrir un accidente. Caídas son los riesgos más frecuentes que suelen sufrir aquellos usuarios de este medio de transporte. Pero estos suelen quedar en meras anécdotas. Más aún si viajamos con el equipo de seguridad apropiado. O por lo menos con el caso.
Más significativos son los atropellos, pues no sería la primera vez que se habla de alguna víctima mortal como causa de una colisión entre un peatón y un patinete eléctrico. Además de que continúa siendo curioso que un vehículo que circula por la calzada junto a otros medios de transporte y que alcanza un máximo de 25 km/h, a día de hoy carezca de una matrícula para identificarlo en caso de accidente. Y si eso se produce, que tampoco sea obligatorio un seguro de responsabilidad civil.