Independientemente del tipo de coche que tengas, ya sea una camioneta, un sedán o un camión, es fundamental cuidarlo en todos los aspectos. Desde la limpieza y el mantenimiento hasta los pequeños detalles, cada acción puede afectar la longevidad y el rendimiento de tu coche. Una de las prácticas más comunes, y potencialmente dañinas, es cerrar las puertas con demasiada fuerza.
Esta costumbre, aunque aparentemente inofensiva, puede tener serias consecuencias a largo plazo. En este artículo te contaré los problemas que puede sufrir tu vehículo si tienes esta manía de cerrarlo muy violentamente. Probablemente, no sepas que producías esto y esperamos que sirva para que no vuelvas a cometer este error que desgasta la mecánica de tu carro.
¿Qué consecuencias trae cerrar fuerte la puerta del coche?
Cada vez que cierras la puerta de tu coche con fuerza, somete a las piezas internas a un estrés innecesario. Con el tiempo, estos impactos repetitivos pueden llevar al desprendimiento de componentes de seguridad críticos, como los mecanismos de cierre. Estos están diseñados para soportar el uso regular, pero no el abuso constante. La fuerza excesiva puede dañar la firmeza, la calidad y el funcionamiento mecánico de las mismas.
La presión excesiva al cerrar la puerta puede inducir fisuras en el mecanismo interno. Estas fisuras pueden dificultar la apertura y el cierre de la puerta, provocar el desprendimiento de piezas en alguno de sus ángulos o incluso descuadrar la puerta. Además, los impactos fuertes pueden dejar marcas visibles en la pintura y la carrocería del coche, creando imperfecciones estéticas que afectan el valor del vehículo.
Daños en el cierre manual y eléctrico del coche
Las puertas de los coches modernos están equipadas con complejos sistemas de cierre, tanto manuales como eléctricos. Cerrar la puerta con demasiada fuerza puede dañar componentes esenciales como las bisagras, las cerraduras, las manijas y los botones de las ventanas eléctricas. Estos componentes están diseñados para un uso normal y no pueden soportar la fuerza excesiva sin sufrir daños permanentes que te pueden llevar directo al taller mecánico.
Para evitar estos problemas, es importante cerrar las puertas del automóvil con suavidad. Lleva la puerta hasta su sistema de cierre con un movimiento controlado y evita aplicar fuerza innecesaria. Sumado a esto, realiza un mantenimiento regular de las puertas, revisando y restaurando sus componentes cada seis meses o según el uso frecuente del vehículo sin importar que sea uno humilde o un BMW.