La velocidad en las autopistas europeas siempre ha sido un tema de debate. Mientras que en España llevamos más de tres décadas con el mismo límite de 120 km/h, otros países del continente han ido ajustando sus normas, unos hacia arriba y otros hacia abajo, en busca del equilibrio entre seguridad vial, eficiencia y movilidad.
En este contexto, uno de los estados miembros de la Unión Europea ha decidido dar un paso adelante que lo coloca en el centro de todas las miradas: la República Checa. A partir de este mes, un tramo de su red de autopistas permitirá circular a 150 km/h, convirtiéndose en el límite más alto de toda la Unión Europea.
1Un nuevo escenario: de los 120 a los 150 km/h

Hasta ahora, el mapa de límites de velocidad en Europa mostraba una gran diversidad. Bélgica, Portugal o España mantienen un máximo de 120 km/h. Francia, Italia, Austria o Grecia permiten hasta 130 km/h. Polonia da un pequeño salto con 140 km/h. Y, por supuesto, Alemania juega en su propia liga con los tramos sin límite en las Autobahn, aunque con una recomendación de 130 km/h.
La República Checa rompe ahora el tablero. El Gobierno ha aprobado un proyecto piloto que eleva el límite de 130 a 150 km/h en un tramo específico de la autopista D3, entre las localidades de České Budějovice y Tábor. Cincuenta kilómetros donde los conductores podrán probar qué supone este aumento de velocidad, siempre y cuando las condiciones sean óptimas: buen tiempo, buena visibilidad y tráfico fluido.