A principios de año, llegaba al mercado el nuevo Opel Astra, un modelo que trajo como novedad un cambio de variador continuo de última generación, tanto en la carrocería de 5 puertas como en la Sports Tourer. En combinación con el motor turbo de gasolina e inyección directa de 1,4 litros y 146 CV, se consigue una gran respuesta y unos consumos de combustible eficientes.
¿Cómo funciona la transmisión continua?
El funcionamiento de esta novedad que trae el último Astra lo ha explicado Peter Naumann, Director de Programa Global e Ingeniero Jefe en funciones de Transmisiones Automáticas en Rüsselsheim: «el principio de funcionamiento es inteligente y simple. A diferencia de las transmisiones automáticas tradicionales de convertidor de par, que cuentan engranajes planetarios, embragues y relaciones de transmisiones fijas, una transmisión continua tiene dos poleas conectadas por una cadena de bajo tensión. Entre los lados exteriores de las poleas hay un eje cónico sobre el que se asienta la cadena. Al adaptar continuamente el espacio entre las poleas se obtiene una relación de transmisión variable, dado que al cambiar la superficie de contacto se altera el diámetro».
Los motores con transmisión continua funcionan en el punto más eficiente en todos los regímenes de giro de motor. «Para cada punto de funcionamiento, la transmisión permite al propulsor encuentre el equilibrio óptimo entre eficiencia de combustible, atenuación de ruido, y vibración y la respuesta al pedal del acelerador», ha añadido Naumann.
Estas transmisiones continuas, que ayudan a reducir el consumo de combustible y las emisiones de CO2, son muy comunes en los mercados asiáticos, donde su respuesta es suave y silenciosa.
