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Nissan Qashqai 2021. Ya lo hemos probado

5 millones de clientes en todo el mundo y 325.000 en España han colocado al Nissan Qashqai en lo más alto, en el modelo que no solo inventó un segmento de mercado hace 14 años, sino que lo convirtió en el segmento de referencia y lo ha dominado durante todo este tiempo. Y no es porque no hay tenido rivales, pues visto el éxito que tuvo el modelo japonés, todas las marcas se lanzaron a crear su 'antiQashqai'.

Sin embargo el Nissan se ha mantenido en lo más alto, como líder de ventas y aún hoy se coloca en tercera posición de la lista de ventas en lo que va de año en nuestro país. Y eso que aún no ha llegado la tercera generación al mercado.

Y ahora cuando llega el nuevo modelo que supone un avance importante en todos los aspectos, lo que se espera de él es que vuelva a liderar el segmento, pese a la dura competencia que se va a encontrar. Frente a ellos va a poner en liza los argumentos, mejorados, que le han llevado hasta aquí. Hablamos de diseño, de tecnología e innovación y de una dinámica de conducción que ha conquistado a millones de clientes.

Esos elementos son los ingredientes principales en un nuevo Qashqai que prácticamente no ha crecido de tamaño -solo tres centímetros de longitud- pero que mejora y mucho su habitabilidad -la batalla crece dos centímetros y el maletero aumenta 74 litros desde los 430 del modelo actual- para mejorar sus virtudes como familiar. También mantiene señas de identidad que lo hacen reconocible desde el primer momento, aunque no hay duda, por su imagen, de que estamos ante un nuevo y más moderno Qashqai.

Por dentro también hay un saldo de calidad en el estilo y en el diseño, además de en los materiales. Con un punto tecnológico y digital -pantalla central de hasta 9 pulgadas, cuadro de instrumentos digital de 12,3, Head up Display…- que sin embargo combina muy bien con los más cómodos y utilizables botones y mandos clásicos, por ejemplo en el apartado de la climatización.

Estrena la plataforma CMF-C

Si a esos rasgos añadimos su innovación tecnológica en muchos aspectos -estrena la plataforma CMF-C de la que saldrán los SUV de la Alianza Nissan-Renault-Mitsubishi-, como su construcción ligera -ahorra 60 kilos de peso que le sientan muy bien dinámicamente-, su avanzada tecnología ProPilot de asistencia a la conducción o la gama electrificada gracias a la tecnología de hibridación ligera con batería de 12 voltios, tenemos ingredientes para que el Qashqai siga marcando el paso.

Y falta aún un ingrediente que añadir a esta receta, el dinamismo que se ha buscado en su conducción. Porque la puesta a punto al gusto europeo es uno de los elementos que se han buscado en todo el desarrollo. Ahí ha tomado protagonismo el Centro Técnico de Barcelona que se ha centrado en optimizar aspectos como las suspensiones, la dirección o el rendimiento del cambio X-Tronic de siete velocidades. El resultado es un dinamismo y un aplomo muy mejorado respecto al anterior Qashqai, lo que pone al japonés, de nuevo en cabeza entre sus rivales.

Llega el momento de comprobar si todo eso que sobre el papel suena bien, se transmite con las mismas sensaciones al asfalto. La jornada de pruebas comienza con el Qashqai más potente con cambio manual. Son 160 caballos bajo el capó que se transmiten con suavidad y contundencia. Buenas prestaciones y una gran sensación de ligereza en un recorrido con zonas de curvas en las que la dirección brilla y las suspensiones y el chasis hacen un trabajo perfecto. El Qashqai tiene un punto picante y divertido que no encontrábamos en la actual generación; el cambio, notable por suavidad y precisión, completa un gran conjunto.

El siguiente es, con el mismo motor, la versión con cambio XTronic de siete velocidades. Mismo empuje, misma contundencia pero con un punto todavía más exquisito gracias a un cambio suave y rápido que casa a la perfección con ese dinamismo que emana el coche -las levas, además le dan un toque aún más deportivo-. Y nos queda para el final la versión de acceso, con 140 caballos y cambio manual, con las mismas virtudes y un carácter más tranquilo, aunque más que suficiente para mover el Qashqai con brío.

Las cartas están repartidas y el Qashqai tiene una buena mano -aunque echamos en falta una gama mecánica un poco más amplia frente a unos rivales que tienen de todo-. Y a todo lo anterior suma muchas posibilidades de personalización -11 versiones monocromas, cinco carrrocerias bitono, cinco niveles de equipamiento…- y un precio de partida -sin descuentos ni promociones- que parte de unos razonables 25.000 euros.

A la espera del e-Power

El siguiente capítulo en la gama Qashqasi lo escribirá la tecnología e-Power cuando llegue en 2022. Una tecnología que triunfa en Japón y que cuenta con sistema propulsor formado por una batería de alto rendimiento y una motorización integrados con un motor de gasolina de 157 CV, un generador de energía, un inversor y un motor eléctrico de 140 kW (190 CV).

El motor eléctrico, del mismo tamaño y potencia que el de un vehículo cien por cien eléctrico es el encargado de impulsar las ruedas, mientras que el motor de gasolina -que no está conectado a las ruedas- se ocupa de cargar la batería durante la marcha, aunque también puede transmitir energía directamente al motor eléctrico para lograr potencia adicional. El motor de gasolina funciona siempre en el rango óptimo de revoluciones con lo que se consigue un confort acústico como en un coche eléctrico y se maximiza la eficiencia de combustible, pues las primeras homologaciones señalan un consumo medio de 5,3 l/100 km, con emisiones de 122 g/km.